-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Han acabado con la transición?"

-La transición acabó con las primeras elecciones generales o con la aprobación de la Constitución. Siempre estás transitando, salvo que te hayas muerto, pero ahora acaba el modelo del capitalismo depredador de casino.

-La austeridad es inevitable tras el despilfarro.

-Los ocho millones de pensionistas no han despilfarrado, ni los millones de mileuristas. La alianza entre constructoras y bancos es responsable de un desmadre que los políticos no controlaron.

-¿Usted ha vivido por encima de sus responsabilidades?

-No, porque no debo nada a los bancos. Pagué la hipoteca, después de muchos años. Es una liberación.

-No se puede crecer a voluntad.

-No se puede vivir con una deuda enorme, pero se debe reducirla más despacio. Para regresar al círculo virtuoso, hay que meterle un chute de inversión pública a la economía.

-¿Verá antes una Cataluña independiente o una España republicana?

-La independencia sería una catástrofe para Cataluña y para España, espero que no se produzca. Desde el punto de vista racional soy republicano, porque la jefatura del Estado hereditaria es de aurora boreal, pero no es el problema a plantear ahora. En castizo, éramos pocos y parió la abuela.

-¿Se siente usted más europeo que diez años atrás?

-Sí porque, sin la Unión Europea, hubiéramos resuelto esta crisis a bofetadas. El desplome de 1929 trajo los fascismos, por lo que o Europa o la barbarie.

-¿Ha vuelto la Alemania imperial?

-No creo, pero es la economía más fuerte con diferencia y, en política, manda quien paga las copas. Aunque la suma de Italia y España paga tanto como Alemania.

-¿Europa se toma en serio a Rajoy?

-Rajoy pesa lo que pesa España. Se baraja si habla idiomas o si es inteligente, cuando la gente sabe lo que llevas en la mochila y que, si España cae, también se hunden el euro y Europa. El presidente del Gobierno debería aprender la importancia de hablar educadamente, sobre todo cuando has de pedir dinero.

-Su Fundación predica una federación europea, que no ganaría un referéndum en ningún país.

-La gente está enfadada pero desea más Europa, otra Europa donde no mande la troika. Saben que la solución será europea, porque regresar a las monedas confetti sería un desastre. Quienes desean el retorno a la peseta, olvidan que su deuda se multiplicaría por 166 al día siguiente.

-¿Urdangarin ha puesto a todas las fundaciones bajo sospecha?

-A la nuestra, no. Esas cosas nunca son buenas, pero la corrupción no se puede generalizar. Cada caso es cada caso.

-¿Los paraísos fiscales son la Europa sumergida?

-El paraíso para uno es el infierno para otros, y el centenar de paraísos fiscales son la madre de todos los escándalos. Comparada con ellos, la corrupción es calderilla, aunque vergonzosa.

-¿Ha localizado al Beppe Grillo español?

-No en los términos de Italia, pero ya se detecta el crecimiento de partidos no tradicionales. Si PP y PSOE no espabilan, caminan hacia la decadencia.

-La migración actual viaja del PSOE hacia IU, al contrario de la que usted protagonizó.

-Hay un malentendido, porque nunca migré al PSOE y hoy no milito en ningún partido. El tránsito actual de socialistas hacia IU es absolutamente lógico, porque los problemas radicales han hecho que la realidad girara hacia la izquierda.

-¿Ustedes eran mejores que los diputados actuales?

-Sería pretencioso afirmarlo, las circunstancias han cambiado. Te cruzas con personas que te dicen "ustedes sí que eran buenos" pero, en las épocas excepcionales, los participantes se contagian de esa excepcionalidad heroica. Al estabilizarse la situación, todo es más romo.

-¿Los añorados Kohl, Mitterrand o González sabrían sacarnos de ésta?

-Es una hipótesis no verificable, así que mejor no planteársela. Con todo, hoy no se advierten en Europa los liderazgos potentes que desempeñaron un papel crucial en su construcción. Los actuales líderes parecen gorriones.

-Como fundador de Comisiones, ¿los sindicatos están más desprestigiados que los banqueros?

-Ni mucho menos, aunque tampoco se encuentren en su mejor momento.

-Uno nunca olvida que está hablando con un Sartorius, de los Sartorius de toda la vida.

-De toda la vida y ni un minuto más. Para mí eso no quiere decir nada.