14 domingo presentadoras

A un lado, Mercedes Milá. Desatada, de promoción de libro, de programa y de sí misma. Al otro, María Teresa Campos, igual. La Milá entra a saco: «"Qué mal andas con esos tacones!" le suelta a la Campos. Y se pone a imitarla. Y luego pasan, ambas, a ver quién la dice más gorda. "Hay que cagar bien, María Teresa. Es muy importante hablar de caca. (...) ¿Tú cagas todos los días? ¿Y bien?", pregunta la que pudo haber sido marquesa de Montseny, para horror de las aristócratas que siguen las cositas blancas de Mari Tere los domingos por la tarde. La conversación va in crescendo escatológico, pero les ahorraré volver a vivir el trance. La Campos también quiere ser audaz, deslenguada y polémica y por eso habla por boca de princesas y suelta que el rey no puede ver a Letizia y cosas por el estilo. Así que, confundiendo la audiencia de JJ Vázquez con la suya propia y natural, contraataca en cuanto puede: "A mí me parece muy bien que enseñes las tetas y el culo porque los tienes muy bien... todavía porque mucho no te quedará" "Tú tienes mejor el cuerpo que la cara y yo al revés". "Eso es porque tú te has operado, so guarra". Desde el duelo Mariló Montero-Anne Igartiburu no se había visto cosa igual.

15 lunes sexo, portadas y cintas de vídeo

La política tiene cada día más de telerrealidad y de exhibicionismo. Olvido Hormigos encarna este espíritu de los tiempos mejor que nadie. Un vídeo -y un desliz- sexual la auparon de una pequeña concejalía a la televisión. Empezó mostrando a la webcam, siguió exhibiendo cacha en la piscina y ha desembocado, de una manera natural, en un semidesnudo de portada. En 12.000 euros dicen que tasó la revista los encantos de la exedil. Por encima de las grandes hermanas, tronistas y demás, pero Terelu Campos, a decir de Mariñas, se llevó 30.000. Y Belén Esteban, que ya ha hecho tres, contó que le habían llegado a ofrecer 300.000. Pero eso la Esteban de los buenos tiempos y por un integral frontal, que se decía en los tiempos del destape. Olvido era más de palitos tipo Falete.

16 martes cachuli

Cachuli se lleva la peor parte. Un montón de años, siete, de cárcel. Las mujeres de su vida, exmujeres, tres y dos. Ellas lo llevan peor. Isabel Pantoja se desploma. Maite Zaldívar llora. La procesión de Julián Muñoz va por dentro. Es un poli-imputado de récord, pero a las rejas no se acostumbra nadie. A Julián Muñoz le llaman Cachuli desde chico, cosas del pueblo. Porque Julián no es marbellí, de qué. Cachuli, se ven obligados a aclarar algunos, es un apelativo familiar y cariñoso. Se ve que es Julianín en boca de trapo infantil. Vale. Dicen que las víboras de la prensa rosa se lo escupen a la cara con ánimo despectivo. Pero Cachuli no suena mal, ni a presidiario. Cosas peores tuvo que oirse su gitana. Y sin dientes dientes que mostrar.

17 miércoles justicia cerúlea

En este país, la justicia es igual para todos, diligente, rápida e implacable... en el Museo de Cera de Madrid. Andaba Isabel Pantoja reponiéndose del sofocón que cogió al salir de la Audiencia de Málaga condenada -pero menos- por los jueces, lapidada en plaza pública -eso sí- por el populacho, y ya estaban los del museo llevándose su imagen y semejanza al almacén de los caídos en desgracia. La tenían a Isabel viendo los toros tras la barrera y tras Paquirri, que tampoco era sitio, oigan, que Maribel era ya una primera figura cuando se casó con el torero. Ahora que sitial parecido, de cónyuges y secundarios, ocupaba el otro par de defenestrados. Y el primer círculo en descenso hacia el limbo en el que paró Marichalar fue otro burladero, antes de salir por la puerta falsa del divorcio. A Urdangarin pudieron recolocarlo en la sección de deportes cuando era sospechoso, ya imputado acabó como el otro. La infanta Cristina preimputada continúa ocupando su espacio junto a la menguante familia real cerúlea. Igual la tonadillera no andaba errada cuando clamaba "Yo soy como la infanta". Habrá que esperar. No hay más cera que la que arde. O algo así.

18 jueves ciudadana suiza

Tengo pasaporte suizo, dice la baronesa. Soy suiza -como los relojes, los quesos, los chocolates, las estaciones de esquí y los bancos-, aclara. Una investigación periodística internacional incluye a Tita entre los presuntos escapistas fiscales, como una extesorera o una farandulera cualquiera. Carmen Cervera, Thyssen-Bornemisza, que lo sepa el ministro Wert, es ciudadana suiza y no hace sino utilizar la banca de su nacionalidad. Claro que el informe habla de obras de arte e Islas Cook, que no están en el país helvético, pero también la baronesa viuda, cuando cumple años, y según propia confesión, pone siempre 18 velas en la tarta.

19 viernes la crisis en áfrica

Tamara -ni la mala ni la buena, la requetebuena, Tamara Falcó Preysler- pensaba que la crisis esa de la que oía hablar todo el día estaba en África. Como el sida y el hambre. Claro, a ella de pequeña le ponían en la mano una hucha de aquellas del negrito del Domund. Pero al fin, a sus 31, ha caído en la cuenta de que la tal señora crisis haraposa vive en España. Ella misma lo ha explicado. Reparó porque un fotógrafo estaba haciéndole fotos un domingo, el día en que el señor tras crear todas las cosas descansó. Le preguntó al paparazzi si él no hacía como dios: "¿No descansas?" Y el proletario le contestó: "Tengo que comer". Cáspita, pensó Tamara, y abrió los ojos. "No creí que había tanta hambre. Pensé que la crisis sólo era en África, pero ahora me doy cuenta de que en España también", ha dicho. Hombre, en Villameona, menos, pero algo, ya lo dijo Isabel. Además, Tamy ya se ha independizado y gasta menos. Como ha abrazado la fe, admira la austeridad del papa pero ella no es tan austera, confiesa, ya le gustaría. Al menos, sabemos que, definitivamente, no se meterá a monja. Ni se irá a las misiones, ahora que sabe que la crisis no está en África. Casi mejor.