Con motivo del festival del vino (FIVE), en su tercera edición, Catavinos organizó un debate el pasado miércoles en Es Baluard entre diferentes expertos para discutir sobre cómo afecta el cambio climático a las distintas zonas vinícolas, como problema que afecta ya no sólo al sector enológico en particular, sino a la agricultura en general. El foro, moderado por el periodisa Manuel Julve y en el que participaron bodegueros y enólogos como Toni Gelabert, Fernando Ramírez de Ganuza, Raúl Bovet, Toni Pérez, Federico Sánchez y Álvaro Pérez entre otros, llegó a la conclusión de la necesidad de adaptación de los viticultores y empresarios del vino, según sus circunstancias, a los cambios de temperatura que se vayan registrando en sus respectivas zonas, de cara a mantener la calidad de los caldos. Esto significaría entre otros aspectos tener presente la modificación de parte de las técnicas aplicadas a la viña y la bodega.

De los casos expuestos destacaron el de La Rioja Alta, donde el aumento de las temperaturas permite a su vez lograr unos vinos con más grado, o el de la tierra de Jerez, cuyos caldos, al hacerse en la bodega utilizando la crianza en soleras-criaderas, no les afecta por el momento.