Vestida con un total look print animal de Stella McCartney, Pepa Charro se movía ayer como pez en el agua en la alfombra roja. A su lado, nombres de la talla de Raúl Arévalo, Cecilia Roth, Hugo Silva, Miguel ángel Silvestre o Lola Dueñas que no paraban de captar la atención de los flashes. La mallorquina forma parte del elenco de lujo de la nueva y anunciada comedia de Pedro Almodóvar, Los amantes pasajeros, cinta que llega a la cartelera mañana viernes y en la que Charro da vida a Piluca, una azafata "perturbada", un papel "imprescindible ya en mi vida".
"La verdad es que ha sido un rodaje maravilloso. Yo solo estuve cuatro o cinco días en el set pero fue una experiencia fantástica, repetiría seguro, aunque eso ya depende de Pedro", cuenta a DIARIO de MALLORCA. Un director, asegura "que sabe muy bien lo que quiere. Tiene muy claro cómo es el personaje e incluso te lo interpreta... mejor que yo misma".
Aunque todas sus películas, hasta la oscura La piel que habito, transitan zonas de humor insuperable, el Pedro Almodóvar más comediante, el de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ha vuelto al cine "más joven, efervescente, predispuesto y divertido" que nunca con Los amantes pasajeros.
La definición del Almodóvar de 2013 la aportó uno de sus actores "repetidores" ("nunca apruebo", dice, gracioso), Javier Cámara, otro de los protagonista de esta comedia coral, descrita por Pepa Charro como una "gamberrada sana" que se desarrolla en un avión en pleno vuelo a ninguna parte.
La comedia cuenta cómo la tripulación de un Airbus que vuela a Cancún decide dormir al pasaje turista -la idea es de Piluca- tras saber que una avería les alejará de su destino mientras los pasajeros de business no sólo permanecen despiertos y conscientes del peligro, sino que les acompaña una vidente virgen, capaz de reconocer la muerte cuando la huele.
Un argumento en el que muchos han querido ver una metáfora de la España actual, con la clase media adormecida y los dirigentes tomando decisiones a sus espaldas, pero que Cámara y las nuevas "chicas" Almodóvar, Carlos Areces y Raúl Arévalo (el género lo ponen ellos) niegan. Ellos son los tres azafatos sobre los que recae la responsabilidad de hacer más llevadero el accidentado viaje, tres gais disparatados que cantan, bailan, beben, se drogan y comparten hasta sus más íntimos pensamientos con el pasaje.
