­El nombre de William Waldren es sinónimo de arqueología y de arte, dos pasiones que combinó a la perfección y que no dejaron indiferente a nadie. Fue un hombre polifacético que dejó huella: impulsó la introducción del arte abstracto en nuestra sociedad de posguerra y realizó prestigiosos hallazgos que derrumbaron los fundamentos de la prehistoria mallorquina. "Descubrió tantas cosas que lo conocen como el Indiana Jones", remarca Amanda Corral, la directora de la Fundació Cultural Coll Bardolet, que el martes inaugura la exposición William Waldren: de l´art a l´arqueologia, que estará abierta al público hasta marzo.

Se trata de una retrospectiva sobre los tesoros que dejó Waldren, nacido en 1924 en Nueva York e hijo adoptivo de Deià. El artista y arqueólogo llegó a la isla en 1954, donde se instaló cautivado por su belleza. Además, sus descripciones sobre Mallorca llevaron a otros artistas e intelectuales a seguir sus pasos. De hecho, junto a otros artistas, creó Es Deu des Teix, uno de los primeros grupos de pintores abstractos de la isla. Su viuda, Jacqueline Waldren, es la comisaria de la exposición, que ya se exhibió el año pasado en el Museo Arqueológico de Deià (fundado por el propio Waldren) con motivo de su 50 aniversario. "Valldemossa tiene una riqueza arqueológica impresionante", asegura Jacqueline, quien remarca que muchos de los hallazgos se hicieron en este municipio que ahora exhibe su legado, un legado que comprende un periodo de 53 años (de 1950 a 2003, año de su muerte).

La exposición se divide en dos plantas. En el segundo piso, se exhibe la faceta artística con pinturas creadas entre 1952 y 1962 en las que dominan, dice la comisaria, la exageración, las texturas, el control del espacio y el relieve. Entre ellas, destaca la obra Cala Deià, un cuadro realizado a base de arena y restos de materiales que el artista encontraba en esta pequeña playa. En la muestra también se exponen cuadros con algunas de sus obras arquitectónicas. En la otra sala se da paso a las esculturas, unas piezas que son fruto de sus trabajos arqueológicos. "En plena excavación, tenía que cortar olivos y como le daba pena desecharlos, aprovechaba para convertirlos en esculturas", explica Jacqueline Waldren, quien relata que tras una dura jornada de excavaciones e investigaciones en el laboratorio se relajaba a partir de las cinco de la tarde a través de la escultura. En la muestra, también se exhibe sus faceta de poeta, escritor y conferenciante. "Para los poemas, se inspiraba en sus pinturas", recuerda.

La tercera planta del centro Coll Bardolet enseña los tesoros de este Indiana Jones mallorquín, que "creía mucho en sí mismo" pese a que tenía a toda la comunidad arqueológica balear en su contra. "Poco a poco se fue ganando la confianza de aquellos que al principio le eran muy reticentes", rememora. Y es que Waldren descubrió un gran número de ejemplares de Myotragus Balearicus y demostró que también habían sido domesticados por el hombre, remarca Corral. "Revolucionó la arqueología balear al encontrar a los habitantes más antiguos de nuestras islas, de unos 5.000 a.c., 3.000 años antes de lo que se creía", detalla la directora. La comisaria añade que a partir de 1960 se volcó en excavar e investigar la prehistoria de las islas. "Descubrió al menos 28 yacimientos arqueológicos entre montañas de pinares y bancales de olivos de la costa noroeste de la isla. Gracias a él, se reconoció internacionalmente el periodo campaniforme presente en la isla. Con esta exposición, los visitantes harán un recorrido a través de sus excavaciones en La cova de Muleta, Son Matge, Son Mas y en el conjunto de Son Olesa-Ferrandell- Mas, que constituye un asentamiento prehistórico casi completo. "Waldren era muy detallista". Y esta perfección se percibe ya que algunas piezas arqueológicas están acompañadas por un dibujo del propio artista, que quiso remarcar los detalles de cerámicas o restos prehistóricos descubiertos. En pocas palabras, es una retrospectiva sobre William Waldren, un hombre que su viuda recuerda como polifacético, alegre, amable, entusiasta y que gracias a creer en sus sueños, logró todos sus propósitos.