Cati Solivellas (Palma, 1967) ha desarrollado una talentosa carrera en los escenarios y platós televisivos, pero ha alcanzado la gloria cinematográfica con la nominación al Goya a la mejor actriz revelación, por su interpretación de una profesora de historia del Arte en ´Los niños salvajes´. En abril estrena ´Chicas de calendario´ en Madrid, junto a Beatriz Carvajal y Asunción Balaguer.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Percibe los celos en las felicitaciones de estos días?"

-No, la gente disimula bastante bien y recibo todas las felicitaciones con cariño. Además, yo soy la primera asombrada. Ha sido una carambola, un regalo de los dioses.

-Ni se le ocurra regresar a Mallorca sin el Goya.

-Entonces quiero que me reciban como a Jorge Lorenzo si gano, y que me paseen por Palma en autobús. Bailaré salsa con la autoridad que más se suelte. Será Isern, porque a Bauzá no lo imagino.

-¿En la gala va a ponerse algo de un diseñador mallorquín?

-O de una diseñadora, lo intentaré. El vestido no es en lo primero que piensas, pero sí en lo tercero o lo cuarto, porque he de estar comercialísima, comodísima y guapisísima. Y tengo que adelgazar.

-No es la actriz revelación más joven, ahí está la madre de Paco León.

-Me hace gracia ser chica de calendario o actriz revelación a estas alturas del campeonato, habría que cambiar este premio por un Goya a la resistencia. Ahora lo saboreo más que a los 25 años, porque he hecho pocas concesiones y nunca he hipotecado mi voluntad de vivir en Mallorca para tener más opciones laborales.

-Triunfará en los Goya, pero no en el Teatre Principal.

-He presentado miles de proyectos, con la derecha y la izquierda, y no me han aceptado ninguno. Sólo me apoyó Francina Armengol, pero estoy reconciliada con todo y lo relativizo.

-Qué raro, antaño decía usted lo que pensaba.

-Soy Sagitario/Leo, volcánica, pero los años me han atemperado y me lo estoy currando para no sufrir altibajos. Procuro no escribir correos electrónicos o sms cuando estoy enfadada.

-Creía que seguía siendo usted salvaje, como en la película nominada.

-Parezco salvaje, pero en el fondo soy conservadora, reservada y me autorrestrinjo mucho. En Los niños salvajes interpreté a una profesora rockera, con imperdibles y piercings, que empatiza con los alumnos difíciles. Hablaba en mallorquín, los catalanes se meaban al montar la película.

-¿Le molesta que le recuerde que fue la madrina de la gala de inauguración de IB3?

-No, estuvo bien porque me dedico a esto y tenía que pagar una camionada de grava que me traía frita. Al día siguiente de la gala estaba muerta, después de tres horas en directo. No es lo mejor de mi carrera.

-Llegué a pensar que Matas la prefería a Maria de la Pau Janer.

-Pues se equivocó usted. Yo me postulé para la gala, aprovechando que le entregué un premio a un Matas barbudo en el 25 aniversario del circuito balear de TVE. Le pregunté por la inauguración de IB3, y me dio su tarjeta para que fuera a verle. Así lo hice y allí se fraguó mi participación.

-Un monólogo para usted: La Infanta Cristina aguarda en Marivent a que Urdangarin regrese de su declaración ante el juez Castro.

-Es un buen arranque, y el monólogo debería transitar por el asombro, la estupefacción, la indignación y el desprecio. Debería plantearse el divorcio, pero la Infanta está enamorada y el amor siempre triunfa.

-Otro escenario: El Rey y Corinna llegan al palacio que creen vacío, y se encuentran a la Reina esperándoles. ¿Qué papel prefiere?

-Prefiero hacer el Rey, mi gran oportunidad. Investigaría su forma de caminar y su manera de hablar. "Es una honda satisfacción..." (lo imita a la perfección nasal).

-Y por supuesto, un día tendrá que interpretar a Maria Antònia Munar.

-Te dibujo la escena, con Munar y La Paca contrastando impresiones en la lavandería.

-¿Hablamos de hombres, o ya ha renunciado a entenderlos?

-He renunciado a entenderlos porque hay poco que entender, pobres bestias. Claro que sólo he dimitido de su intelecto, no de sus cuerpos.

-¿Está en la edad difícil de una actriz, o lo son todas?

-Tuve la crisis a los 40, hubo un momento en que pensé que estaba acabada, que ya lo había dicho todo. Es cierto el tópico de que a los 45 te piden como madre de adolescentes con un marido que te pone los cuernos, pero eres consciente de ello y ahora empiezo a sentirme bien como actriz.

-¿Al Oscar prefiere ir como chica Almodóvar o como chica Villaronga?

-Con Agustí, porque nunca se ha llevado ninguno. Me encanta, y siempre le digo que "hemos de hacer algo juntos antes de morirnos, que esto se da mucha prisa".

-¿Tiene un cuarto de baño amplio donde colocar el Goya?

-El cuarto de baño es grande, pero colocaré el Goya damunt es canterano.