La SGAE ha remitido una carta exigiendo el pago de derechos de autor a una empresa de Palma de conservación y restauración de bienes culturales, confundiéndola supuestamente con un bar o restaurante donde los clientes escuchaban música y advirtiendo a su dueño de posibles medidas legales en su contra.

La carta fue enviada al taller de restauración y al domicilio particular del gerente de esta empresa, Alfredo Claret, y está fechada el 24 de octubre pasado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), la Asociación de Derechos Intelectuales (AGEDI) y la de Artistas Intérpretes o Ejecutantes (AIE)

En la misiva, a la que ha tenido acceso Efe, se afirma que la entidad "ha comprobado" que en el negocio "se están utilizando obras y prestaciones del repertorio administrado por la SGAE y las sociedades AGEDI y AIE".

El empleo de parte de este repertorio, se explica en la misma, es denominado como "comunicación pública" y precisa de la autorización previa de los autores o titulares de las obras, así como del pago de los derechos de remuneración correspondientes, que son gestionados por la SGAE.

Por ello, se le requiere a Xicaranda SL que en siete días solicite la preceptiva autorización, subscriba el oportuno contrato y abone las tarifas correspondientes a las características de su local.

Finalmente, se le avisa de que si no contacta con el representante de la SGAE para regularizar su situación, se iniciarán las medidas legales "en defensa del conjunto de los creadores".

La SGAE ha explicado a Efe que esta carta pertenece a un grupo que se envió por error, mientras que el titular de la empresa afectada ha lamentado este "aviso amenazante" y que no se comprobara previamente a qué negocio se envían estas advertencias de pago.

Claret ha comentado que desde esta sociedad de autores se le aseguró que enviaron a un inspector, por lo que se ha preguntado "qué tipo de comprobación han hecho".

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define restaurador como "persona que tiene por oficio restaurar pinturas, estatuas, porcelanas y otros objetos artísticos o valiosos" y también "persona que tiene o dirige un restaurante".

El error puede haber venido de haber buscado en algún directorio de internet "nada fiable", ha señalado Claret, que ha advertido del "gran desconocimiento y confusión" social que hay sobre la profesión del conservador-restaurador, que precisa de unos estudios universitarios reglados a nivel europeo.

"Luego pasa lo del Ecce Homo de Borja (Zaragoza)", ha dicho Claret sobre la fallida restauración de la obra del artista Elías García Martínez por parte de una vecina de esta localidad zaragozana, cuyo pobre resultado tuvo repercusión en medios nacionales e internacionales como Le Monde, el Telegraph o la BBC.

En este sentido, Claret se ha quejado de que esta profesión no tenga una clasificación concreta y que el Ministerio de Hacienda incluya a sus profesionales en la categoría de "reparadores de ordenadores", "reparadores de máquinas de coser" o de "zapateros remendones".

Como caso concreto, el administrador de Xicaranda ha añadido que cuando una persona licenciada en Bellas Artes y con un máster es contratada en su taller, la calificación oficial del Ministerio de Trabajo es la de "peón albañil".