Francisco Cifuentes (Palma, 1977) recibió el encargo de construir una casa en Bunyola en 2003. Sus clientes se habían comprado un solar de 20.000 metros cuadrados, ubicado al final del tramo urbano del municipio (calle Orient), un terreno montañoso y abancalado de difícil edificabilidad. "El reto consistía en cómo hacer la casa lo más grande posible teniendo en cuenta que la construcción se iba a dejar caer sobre los bancales. Lo interesante aquí era adaptarse a las circunstancias de la topografía y a otra serie de preexistencias", apunta el arquitecto de un proyecto que ya ganó el Premi d´Arquitectura de Mallorca 2004-2006 del COAIB a la Mejor Vivienda Unifamiliar y que quedó finalista en los FAD 2007.

Amén de dos bancales, Cifuentes hubo de integrar y adaptar la construcción al camino histórico de acceso a la parcela. Así las cosas, el mallorquín optó por levantar dos volúmenes, dos cajas separadas, y dejar entre ambas el camino de paso, que hace las veces de rellano. Asimismo, diseñó para la construcción una serie de elementos que se repiten en el resto de casas tradicionales de Bunyola; esto es, el patio trasero o un festejador. Para construir toda la vivienda, se usaron únicamente tres materiales: bloque de termoarcilla de Felanitx (que puede ser colocado de diversas formas), viguetas de hormigón, rasilla cerámica y el pavimento de mortero.