Un estudio elaborado por investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), entre ellos Meike Köhler, residente en Sóller, y publicado en su último número por la prestigiosa revista Nature desmonta el argumento clave de la hipótesis que los dinosaurios podían haber sido reptiles de sangre fría. Este trabajo permitirá mejorar la conservación de mamíferos y conocer mejor cómo el ser humano y el cambio climático pueden poner en peligro la biodiversidad de nuestro planeta.

"Los huesos, un libro en el que se puede leer la historia de un animal", señala Köhler, han sido claves en un estudio que analiza las líneas de paro del crecimiento (LAGs) en los huesos de un centenar de rumiantes actuales, representativos de la diversidad específica y ecológica de este grupo de mamíferos. Los resultados muestran que la presencia de estas líneas no es un indicador de una fisiología ectoterma, es decir, que no genera calor interno, como se había pensado, ya que todos estos mamíferos de sangre caliente las tienen.

Las LAGs se ven en cortes de huesos como unos anillos oscuros parecidos a los que encontramos en los troncos de los árboles. Los anillos se forman, en los mamíferos estudiados y en los árboles, durante el invierno o la estación seca, en la que se detiene el crecimiento del organismo por falta de recursos. La presencia de LAGs en huesos era, hasta ahora, considerada el indicio de ectotermia más claro, ya que se relacionaba el paro estacional de crecimiento con la incapacidad del animal de mantener una temperatura corporal más o menos constante (endotermia) durante la estación de pocos recursos.

"El estudio que hemos hecho es muy potente, por la cantidad de material y la diversidad de especies con las que hemos trabajado –hasta 115 fémures de especies de 36 localidades diferentes en África y Europa–, pero no lo diseñamos para encontrar la respuesta a la termofisiología de los dinosaurios. Nosotros pretendíamos conocer mejor la fisiología de los mamíferos actuales y queríamos entender cómo el ambiente les afecta: cómo cambia su crecimiento en función de la temperatura exterior, de las lluvias o de la disponibilidad de alimentos y agua", explica Köhler.

Los investigadores se dieron cuenta de que lo que observaban en los huesos de los rumiantes desmentía el argumento principal sobre la fisiología ectoterma de los dinosaurios. Muchas hipótesis –señala el estudio– parten de la premisa que los grandes mamíferos, animales endotermos por excelencia, no presentan líneas de crecimiento en sus tejidos duros, ya que no necesitan parar su crecimiento en respuesta a las condiciones externas de temperatura. De hecho, como en casi todas las especies de dinosaurios se han observado estas LAGs, muchos científicos consideraban que los dinosaurios eran reptiles de sangre fría.

El artículo que publica Nature demuestra que las LAGs no indican una fisiología ectoterma sino que nos hablan de cómo cambia el metabolismo de un animal en función de los cambios endocrinos estacionales, tanto en animales de sangre fría como de sangre caliente. Estos cambios son una herencia común de todos los vertebrados, una especie de reloj interno que regula las necesidades de los animales en función de la oferta estacional de recursos. Aunque estos cambios fisiológicos tienen un fuerte componente genético, también son funcionales y responden con su intensidad a las condiciones ecológicas en las que se encuentra el animal. Los factores ecológicos condicionantes son más bien las lluvias y las restricciones de alimento y agua, y no tanto la temperatura exterior.

"Este descubrimiento abre una importante línea de trabajo en la conservación de la biodiversidad actual de nuestro planeta. Puede sorprender un poco que hasta ahora no se hubiera hecho un estudio sistemático similar para probar o desmentir si sólo los ectotermos dejan estas marcas en los huesos durante su crecimiento. En el fondo hay tantas cosas que no sabemos, que la ciencia no avanza siempre linealmente. Las ideas de alguna forma ya hacía tiempo que estaban en el aire, pero el trabajo que publicamos las ordena y las basa en datos", afirma Köhler.