Maria Bohigas Sales (París, 1969) vivió en Francia hasta los treinta años. Hija y nieta de exiliados, es filóloga, traductora al catalán de Hugo, Balzac, Duras o Camus, y directora de Club Editor. Esta editorial fue creada por su abuelo Joan Sales, legendario autor de la novela ´Incerta Glòria´ que Agustí Villaronga llevará a la pantalla. También ha editado el último libro de Biel Mesquida.

€Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿En qué momento dejó el libro de ser sexy?"

€El objeto no es el problema. El diálogo íntimo entre autor y lector transcurre en una burbuja que exige concentración y aislamiento. Antes que el soporte, la necesidad de conexión y dispersión ha eliminado esa soledad.

€¿El libro electrónico es un artefacto elegante para acabar con la lectura?

€Tampoco, la crisis se relaciona con factores más profundos. La literatura se ha convertido en una asignatura prescindible en la escuela. Se busca una simple competencia lectora, un entrenamiento que a los quince años se asocia a libros sobre el acné o la iniciación sexual. De ahí la deserción.

€Un veinte por ciento menos de libros vendidos no implica una caída equivalente del índice de lectura, sino que se compraba mucho libro que no se leía.

€La realidad es muy cruda, porque las librerías están vacías. En cambio, el sistema de préstamos en bibliotecas está muy activo. Sin una política cultural, el libro se halla en peligro de desaparición. El comprador que se permitía varios libros al mes está desapareciendo.

€Biel Mesquida dice que usted reordenó ´Llefre de tu´, más allá de la edición clásica.

€A ver, es la edición clásica, aunque ya no se practique. El tenía un texto bastante avanzado, y yo no cambié nada, le llevé a mirarlo de otra forma y lo cambió él. Se trata de establecer la complicidad, a partir de una discusión de trabajo en la que decides el equilibrio entre escritor y lector. No funciona si lo impones.

€Con su descripción del trabajo, no entiendo la diferencia entre editora y agente literaria.

€El papel de la agente se ha modificado bastante, y trabajan como editoras porque muchas han renunciado a su labor. Hay que ayudar al escritor a encontrar su camino. No se trata de exigir, sino de implicarse.

€¿Villaronga dirigirá la adaptación de la ´Incerta glòria´ de su abuelo Joan Sales?

€En principio, sí, aunque antes tiene un proyecto propio. Es un empeño estimulante, si bien en una obra de creación nunca hay garantías.

€¿También querrá usted editar la película?

€No conozco el lenguaje cinematográfico, sólo sirvo como persona a consultar. Es una aventura, tengo curiosidad por ver cómo se acoplan las sensibilidades de Villaronga y Sales.

€Hablando de guerra, el hijo de Susan Sontag ha escrito un manifiesto contra la memoria histórica.

€La creación del concepto es problemática, porque se ha sustituido al de historiografía. La narración histórica es un relato, somos conscientes de que alguien lo construye. La memoria histórica se suele percibir como algo no construido, que está ahí igual que el oxígeno.

€En catalán tenemos a Quim Monzó y a Quim Monzó, sin olvidar a Quim Monzó.

€Ni de largo. Si el panorama editorial en catalán es catastrófico y la política cultural es desastrosa, por no hablar del planeta mediático, la producción literaria es abundante y diversa. Aunque Monzó ha logrado la adhesión de un público que se siente a gusto con su burguesía del Eixample barcelonés, su época y su papel han caducado. La cosa ya no va por ahí.

€Tal vez le hablaba de la fama a secas.

€Monzó se ganó unos lectores que descubrieron con él posibilidades insospechadas, pero tuvo la ventaja de una actividad mediática constante. Es un fenómeno comparable a Baltasar Porcel, con su tribuna en La Vanguardia. No sabemos cómo sobrevivirá su obra.

€Edita usted a Blai Bonet y a Llorenç Villalonga, ¿siguen vendiendo?

€Gracias a la reedición de El mar, el público joven se ha enamorado de este libro. Con su misticismo, Blai Bonet posee el raro don de estar más vivo conforme pasa el tiempo. Villalonga es otra cosa porque, siendo de lo más interesante que tenemos, hoy no lo lee nadie. Los lectores no comparten su universo afrancesado, cerebral y analítico.

€Tal vez Villalonga funcione mejor en castellano.

€Lo intentaron y fue un fracaso. Bearn se vende como la desaparición de un mundo, pero me interesa más la inteligentísima reflexión entre líneas sobre la sexualidad. Este aspecto debería hablarle al público contemporáneo, pero no es el caso.

€¿Cómo se distingue a un novelista mallorquín de otro catalán?

€Cada buen novelista es diferente de los demás. La destrucción es un rasgo esencial de la novela mallorquina. Es una fuerza destructiva no sólo ceñida al urbanismo.

€Hemos aprendido de su abuelo que en una Guerra Civil no hay buenos.

€Tampoco lo diría así. Incerta glòria no es una meditación sobre la Guerra Civil, sino sobre qué tenemos dentro y qué buscamos, salvo que se efectúa en una situación sin velos piadosos.