Desde hace 18 años, Càritas Mallorca tiene en funcionamiento un comedor social. Actualmente atiende a un centenar de personas cada día. "Antes de que la crisis empezara dábamos servicio a unas 50 personas –apunta Llorenç Riera, secretario técnico de la entidad– pero a partir del 2008 tuvimos que aumentar la capacidad a 100".

Ante el incremento de personas que necesitaban este servicio básico, el Govern ha ido colaborando con el proyecto estos últimos años, aunque a día de hoy se está pendiente de su participación económica.

Llorenç Riera explica que "los usuarios llegan derivados de los servicios sociales del ayuntamiento de Inca. Posteriormente, las admisiones se valoran y se consensuan con la trabajadora social de Càritas responsable del comedor". Se valoran diferentes aspectos como por ejemplo si disponen de otros recursos, si cuentan con apoyo familiar o si disponen de ingresos.

Se atienden aquellas personas y familias empadronadas en Inca que por diferentes motivos no pueden cubrir su alimentación ni la de sus hijos. El perfil es muy diverso: personas mayores, adultos con problemas socioeconómicos, inmigrantes en situación regular o irregular, familias, y también personas con problemas de salud mental. En principio, la gente que puede desplazarse debe ir al comedor (obviando las personas con problemas de movilidad), aunque hay excepciones, concretamente en familias que cuentan con vivienda y conviene no desorientar más las familias ante una situación crítica, con lo que reciben la comida en casa. En el comedor trabajan seis cocineras y una trabajadora social, además de unos 120 voluntarios que colaboran con el fin de llevar a cabo este proyecto. De hecho, hay que decir que los voluntarios son una parte muy significativa del trabajo de realiza Càritas Mallorca, que en su acción global puede llegar a superar la cifra de quinientos.

El comedor es fruto de un acuerdo de colaboración entre las parroquias de Inca (Santa Maria la Major, Sant Domingo y Crist Rei), el ayuntamiento de Inca y Càritas Diocesana de Mallorca. Está ubicado en la planta baja del antiguo convento de las hermanas franciscanas, propiedad del señor Pere Pascual y de las mismas hermanas.

Otros proyectos

El trabajo que desempeñado Càritas se realiza en diferentes frentes. Concretamente en el 2011 llevaron a cabo, con la financiación de la Obra Social Sa Nostra, tres proyectos concretos. El primero titulado Estaló en temps de crisi, destinado a ayudar directamente a familias y particulares, que contó con una financiación de 30.000 euros. Por otro lado, se ampliaron los servicios sociales en dos zonas de Palma: Son Gotleu i l´Arenal , a través de personal calificado, un proyecto que contó con 12.000 euros. El tercero consistía en dos talleres específicos de jardinería, de 140 horas cada uno, en el que unas 30 de personas pudieron formarse y abrir puertas a su futuro profesional. En el programa, llamado Alzina, se invirtieron 25.000 euros, destinados a cubrir gastos de profesorado y becas para la subsistencia a los asistentes.