"Una dosis de The Big Bang Theory todos los días mejora la salud", aseguró ayer la pedagoga y terapeuta Fernanda Martínez, uno de los cuatro expertos en distintos campos del conocimiento que analizaron ayer las claves del éxito de esta serie estadounidense ante un auditorio, el del Club DIARIO de MALLORCA, que se llenó de "frikis" y "cerebritos".

El acto empezó con una advertencia, la de Miguel Borrás, presentador y moderador: "Seamos breves en las intervenciones porque a las 22,15 horas TNT emite el capítulo 100 de la serie". El primero en hablar fue Ignacio Bergillos, profesor del departamento de comunicación del Centre d´Ensenyament Superior Alberta Giménez (CESAG). "Que un centro de referencia como este Club dedique su tiempo a The Big Band Theory ya explica parte de su éxito", comentó. Ya entrado en materia, Bergillos aseguró que esta serie "solo es la punta de un iceberg" en el que esconden "gran cantidad de subculturas (del cómic, los videojuegos, los informáticos...)" y señaló que su éxito supone "la venganza de los empollones".

"Ser un empollón hoy en día es algo más guay gracias a series como The Big Band Theory", subrayó Bergillos.

El profesor del CESAG destacó los "personajes carismáticos" y el "sólido guión" de la serie, pero recordó que se trata de una "sitcom de manual" con un gran acierto: "En la misma escena hacen chistes para el público general y para público específico, como los físicos, y logran que funcione".

Maria Triay, miembro de la junta directiva de la Societat Balear de Matemàtiques-XEIX, afirmó que "cualquiera de sus capítulos podría servir como complemento a una clase de matemáticas de cierto nivel". Además, añadió, "es muy divertida y presenta situaciones cotidianas y personajes con los que una se identifica. Ojalá sirva para popularizar carreras en desuso".

Por su parte, Patricia Trapero, vicerectora de Projecció Universitària y directora de teatro, aplaudió "lo muy bien que están construidos los personajes, que no son ni blancos ni negros, sino con un gran matiz de grises".

"The Big Band Theory nos permite advertir que podemos ser súper cerebritos, pero que también podemos suspender en inteligencia emocional", apuntó la pedagoga Fernanda Martínez.