Tras la aparente simplicidad de los poemas de Diego Sabiote (Macael, Almería, 1944) se esconde una profunda riqueza de contenidos. Y sobre todo una honestidad absoluta que lleva a concluir que es un escritor en el que se funden perfectamente ética y estética. Tal cosa puede comprobarse en la antología que recoge lo más significativo de la obra poética de este profesor de Filosofía de la Universitat de les Illes Balears. Su título es La claridad de la espesura (Arráez Editores), un volumen que se presentó ayer en el Centre de Cultura Sa Nostra. En el acto intervinieron la rectora Montserrat Casas, el arzobispo de Valencia Carlos Osoro, el profesor y archivero de la catedral de Santiago de Compostela Doctor Segundo Pérez, el editor Juan Grima y el propio autor del libro.

La desnudez del lenguaje y la abundancia de poemas breves ajenos a la retórica revelan la importante labor del escritor andaluz por buscar una voz poética cada vez más esencial, más honda, más suya. Su poesía nace del vivir cotiadiano, de la proximidad con los hombres y las cosas. Su quehacer es un diálogo consigo mismo y con el lector en torno a la poesía, como búsqueda y salvación.