El escritor Javier Marías tiene "cada vez más la sensación" de que luchar contra el deterioro de la lengua "es una batalla perdida" y afirma que, "al ritmo que vamos", dentro de cincuenta años los lectores tendrán dificultades no ya para entender el Quijote sino lo que escriben los novelistas actuales.

"Creo que es una batalla perdida la que todavía nos empeñamos en librar unos pocos, llamando la atención sobre los disparates que se dicen", asegura Marías con motivo de la publicación del libro Lección pasada de moda, que reúne medio centenar de artículos de este gran escritor relacionados con el idioma español. En ese libro, Marías trata de hacer frente a la "marea continua de disparates" que se oyen y escriben a diario y reflexiona sobre incorrecciones gramaticales y ortográficas, el lenguaje grosero e injurioso o el políticamente correcto, entre otras cuestiones.

Tradicionalmente, los hablantes han tratado de dominar la lengua, "unos con mayor soltura y otros con menos conocimientos", dice el escritor, pero "ahora da la sensación de que la lengua domina a los hablantes, de que es una especie de magma".

"La lengua es una especie de sopa boba en la cual la gente chapotea. Todos los dichos, frases y modismos se utilizan indiscriminadamente", asegura Marías antes de recordar que hace unos días escuchó la expresión "la relación de esta pareja va ´miel sobre hojuelas´". "Eso no significa nada. ´Miel sobre hojuelas´ quiere decir una cosa buena sobre otra cosa buena, pero ya se confunde con ´ir como la seda´".

Elegido académico de la Lengua en 2006, este novelista cuya obra está traducida a más de cuarenta lenguas no ve bien que la Real Academia Española acabe aceptando ciertas incorrecciones con el argumento de que "están muy extendidas". "Eso es un error", afirma tajante. "La Academia no puede imponer nada; su función es orientar, sugerir y responder dudas pero, si se rinde ante los usos incorrectos, la gente se siente con permiso para utilizarlos".