"Nuestro trabajo sirve" es una de las frases de presentación de una fundación que surgió en 1995 cuando una pareja –Pep Campaner y Marilena Navarro– decidió convertir su hogar en casa de acogida de una niña llegada a Mallorca afectada por la enfermedad de noma. Y cierto es que su labor ha servido, puesto que 16 años después de aquel momento la Fundació Campaner ya está plenamente consolidada y es reconocida en Mallorca, Cataluña y, sobre todo, en el lugar donde centra sus actuaciones contra el noma y contra la desnutrición infantil que lo ocasiona: en Diffa, ciudad situada en el sur de Níger, junto a la frontera con Nigeria y Chad.

En estos años la fundación se ha convertido en un referente en la prevención y tratamiento del noma en esa región y actualmente financian y gestionan una escuela de 500 alumnos y dos casas de acogida (una en Diffa y otra en la capital, Niamey). Además, con el objetivo de prevenir enfermedades, mejorar la higiene y contribuir a la sostenibilidad económica de la zona, la fundación se ha implicado en proyectos de construcción de pozos de agua. Durante el año pasado se han conseguido abrir 3 nuevos pozos en la región gracias a la contribución económica de la Obra Social Sa Nostra.

La coordinadora de la entidad, Xisca Figuerola, señala que otra de las iniciativas iniciadas recientemente y que ha logrado un gran éxito en Diffa es la de los microcréditos a madres. Estas ayudas consisten en préstamos sin interés de 50 euros para ser destinados a proyectos de agricultura o ganadería. Este proyecto ha beneficiado ya a 1.800 mujeres.

La fundación cuenta en Níger con un equipo de animadores que realizan actuaciones teatrales sobre el noma en distintos poblados con el objetivo de concienciar a la población y también de detectar casos de desnutrición o de noma que deben ser inmediatamente tratados. Y es que el noma puede curarse simplemente con penicilina, aunque queden visibles después las consecuencias de la enfermedad en el rostro desfigurado de los niños.

Durante estos 16 años la fundación también ha financiado el traslado a clínicas de Palma y Barcelona de algunos de estos niños para que fueran sometidos a una operación de reconstrucción facial. Figuerola asegura que estas intervenciones no son "la gran solución", y por esta razón la fundación pone ahora el acento en trabajar la prevención allí.

Cuando la fundación traslada niños a España las familias deben firmar un documento en el que ceden la responsabilidad a la entidad, y después de la operación, cuando regresan a Níger, los padres deciden si quieren volver a encargarse de sus hijos o si los ceden definitivamente. Figuerola añade que debido a que la mayoría de casos son niñas -una de las razones es que suelen comer las últimas, si queda algo-, los padres normalmente no las quieren al entender que con la cara desfigurada no las podrán casar con nadie.

La Fundació tiene su sede en Inca y también cuenta con una delegación en Barcelona. La coordinadora recuerda que TV3 emitió hace años un documental sobre el noma y sobre la labor de su entidad que coincidió con la apertura de la oficina en Cataluña. La consecuencia fue que desde aquel momento se creó un grupo de voluntarios que aún hoy siguen colaborando con la entidad.