Un punto y seguido respecto al pasado pero con una amplia voluntad de cambio. Así definió ayer el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, el nuevo rumbo que tomará el Festival de Pollença, muestra que el año que vienen llegará a su 51 edición. El primer cambio que estrena el festival es la llegada de un nuevo director artístico, el compositor Joan Valent, quien asegura coge "emocionado y sumamente concienciado" las riendas de la renovada muestra, relevando en el cargo al cantante barítono Joan Pons.

"Mi principal objetivo es conseguir que el Festival de Pollença recupere el esplendor y la calidad de antaño que, con el paso del tiempo, se ha visto claramente mermada", explicó ayer Valent durante la presentación de su nuevo cargo ante los medios de comunicación. Para conseguirlo el prolífico compositor pretende abrir el festival a otras disciplinas artísticas como son el arte y el cine, siempre y cuando estén ligadas al mundo de la música. Así, ayer ya se avanzó que durante el mes de julio y agosto de 2012 la muestra contará con la presencia de los directores Álex de la Iglesia y David Trueba.

"Cuando me propusieron ser el nuevo director artístico lo primero que hice fue llamar a los amigos que tengo que son artistas para ver si podía contar con ellos para el festival y hasta que no estuve seguro que podía llevarlo a cabo como lo tenía imaginado, no acepte", afirmó el creador.

Asimismo, Valent recalcó que con la voluntad de cambio del festival va intrínsecamente ligado el compromiso de que sea un proyecto en el que la sociedad civil participe y sea parte protagonista. Y para ello en los meses en el que el festival tenga lugar, los actos se repartirán por diferentes lugares emblemáticos de Pollença. Se pretende así expandir la presencia física de la muestra y hacer partícipe a más personas.

No obstante, el ayuntamiento de Pollença avanzó ayer que debido a la difícil situación económica por la que atraviesa el Consistorio, el festival verá reducido su presupuesto, aunque no se especificó la cantidad. Cabe recordar que el año pasado la muestra ya sufrió un recorte de 180.000 euros debido a la retirada de una subvención por parte de la conselleria de Turismo y el festival se realizó contando sólo con una inversión de 220.000 euros. Valent se mostró seguro de que a pesar de las dificultades económicas el espectáculo artístico puede seguir adelante. "Mantener el festival es una decisión inteligente pero también un sacrificio, pero creo firmemente que con trabajo e inteligencia se puede conseguir". Según el músico, "la 51 edición del Festival de Pollença será una apuesta por la calidad y creemos que con el paso del tiempo la muestra recuperará el lugar que le pertenece".

Con el objetivo de reimpulsar el festival, el consistorio anunció que se están buscando patrocinadores privados a nivel nacional para otorgar a la muestra mayor trascendencia. "Mi objetivo es que cada acto que llevemos a cabo tenga repercusión nacional e internacional".

En cuanto a la vigencia de su cargo como director artístico, Joan Valent, aseveró que "el tiempo en que ocupe el cargo daré lo máximo de mí mismo, exprimiré todas mis energías, pero no creo que un contrato de permanencia sea lo más apropiado, prefiero una relación de conveniencia".

A priori todo parece indicar que la relación con el ayuntamiento de Pollença es más que buena. Malena Estrany, la concejala de Cultura del Consistorio, lo definió como "una gran persona que dispone de grandes cualidades para dirigir, como son el coraje, la fuerza, la ilusión y que ama lo que hace", y Valent subrayó que Pollença "es el punto geográfico de mi corazón."

Aunque el Festival de Pollença tendrá lugar durante los meses de julio y agosto, a finales del mes de enero el programa de actividades quedará cerrado.