Con su llaüt de fantasía surcan los mares de un Mediterráneo indie pop. Tonalidades cromáticas saturadas, planos pensados al milímetro y una debilidad por las melodías pegadizas. No son un grupo de música, son Llaüt Digital, la productora audiovisual artífice de la leyenda de grupos tan sofisticados como Papa Topo, The Last Dandies o The Meeting Point.

Uno de sus últimos trabajos es el clip Palma de Mallorca de los italianos Fitnnes Forever. La capital nunca había sido tan azul y soleada. Es una postal pop. "Un compact disc de Julio Iglesias por ti, trescientos euros está todo influido, perdido en tangas y paella", corean los italianos antes de sumergirse en el estribillo: "Palma de Mallorca".

La sencillez y mala leche de la letra contrasta con la belleza plástica del vídeo que recorre "la Mallorca más turística pero también la que es un orgullo para nosotros", explica Lluís Prieto, uno de los mástiles del Llaüt, que no podría levantar amarres sin Miguel Ángel Torres, Jaume Carlos, Brian Pim, Rafael Jiménez y Jaume Miralles: los culpables de la reinvención en alta definición de la simbología balear.

Tras el boom que supuso Oso Panda de Papa Topo, su primer clip, realizado casi de manera altruista, ahora cubren costes, pero de momento no cobran. "No es un negocio pero sí es positivo para la imagen de la empresa", comenta.

"Los artistas con los que trabajan están a la última de todo. Nosotros somos el antimoderno. A nivel de vestuario damos pena, la gente nos regalaría ropa. Habría demasiado azúcar, demasiado moderno. Buscamos un equilibrio y darle una vuelta a lo que nos sugiere la canción", dice Prieto, director de muchos de los audiovisuales.

A finales de los 90, directores como Michel Gondry (Olvídate de mí) o Spike Jonze (Cómo ser John Malkovich) llevaron el ritmo y la estética del videoclip al celuloide de Hollywood. "Tenemos unas influencias ancladas en los 90 y principios de los 2000. No copiamos a esos autores pero sí que nos gustan mucho", aclara Prieto.

Cortometrajes mudos

"Los vídeos musicales son como cortometrajes sin diálogo" en el que "se trabaja mucho el lenguaje cinematrográfico" más allá de las líneas de guión. Los vídeos no son sólo "señores cantando", cuentan una historia pero "está claro" son un "derivado del spot promocional adaptado a la música", revela.

"Nos gusta replantear conceptos mallorquines e integrarlos en un ambiente al que no pertenecen. Como la ensaimada que se pasa de contrabando en Chance to dance de The Meeting Point, una suerte del Smack my bitch up de Prodigy pero en plan "cutre" y que fue grabado en la cárcel de Palma. Prieto explica que ahí "no nos regocijamos en los chulos que son. Buscamos mediante la ironía y el humor, dar la vuelta, humanizar".

"Cuando cuentas algo desde el sentido del humor la gente baja sus defensas y le metes el mensaje que quieras, otra cosa es que compartan esa idea o no. Nosotros no inventamos nada. Berlanga ya hacía eso", señala.

Historias contadas en base a planos detalle, encuadres cerrados, texturas cálidas y la descontextualización... son parte de un lenguaje que se ha convertido en seña de identidad. "Si emprendemos algún otro tipo de proyecto será una consecuencia de lo que hacemos", asegura Prieto, quien añade que para 2012 buscan una línea de producción más sólida.

Acaban de terminar un trabajo para Pushy Parents, el grupo del momento en Suecia y en noviembre presentarán lo nuevo de Papa Topo. "Será el mejor trabajo de nuestra historia.. o al menos el que más esfuerzo está requiriendo, nos estamos volviendo locos", asegura. El lläut navega en alta mar.