Con permiso de genial Balenciaga, Elio Berhanyer es el maestro de la alta costura española. Siendo muy joven se enamoró de la moda y ni siquiera los vaivenes económicos han propiciado su divorcio. Hoy a su, 82 años, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Moda.

Refugiado en su cátedra de la Universidad de Córdoba, su tierra natal, desde que la crisis económica le obligara a echar el cierra a su taller madrileño y a cancelar su participación en la 53 edición de Cibeles Madrid Fashion Week, Elio Berhanyer tiene "ánimo e ilusión" más que suficiente para seguir trabajando.

Berhanyer, que creció ejerciendo de lechero y cuidando vacas y cerdos, entre otros oficios, ha vivido en primera persona el lujo y la exquisitez de la alta costura. Dan fe de ello sus más de cien colecciones y sus más de 22.000 trajes, cifras que le ubican en el olimpo de la moda española e internacional.

Con tan solo 17 años, el creativo, quien ha contado en varias ocasiones que nunca fue al colegio y que aprendió a leer y a escribir de forma autodidacta cuando era un adolescente, dejó las tierras del sur y se instaló en Madrid, donde empezó a trabajar como escaparatista en una peluquería de Elisabeth Arden y, después como creador de vestuario de teatro junto a Gustavo Pérez-Puig.

Convencido de su talento y sensibilidad con los tejidos y diseños, en 1960 abrió su propia casa de costura. A partir de ese momento, llevó sus piezas de alta costura por todo el mundo. Nueve años después comenzó a diseñar prêt-á-porter, colecciones que se vestía en toda Europa, Japón y Australia.

"Fue una época maravillosa", asegura Berhanyer, quien tuvo la oportunidad de compartir momentos de gloria junto a Manuel Pertegaz y Pedro Rodríguez, modistos que manejaba las herramientas de la alta costura y que se vieron obligados a cerrar sus talleres en 1978.

Su trabajo, siempre ajeno a las tendencias del momento, ha tenido tal proyección internacional que actrices de Hollywood como Ava Gardner y Cyd Charisse lucieron sus diseños, además de la reina Sofía y un sinfín de personalidad de la sociedad española de la talla de la duquesa de Alba o la condesa de Romanones, que valoraban sus líneas austeras y elegancia serena.

Comprometido con la difusión del diseño nacional, Berhanyer, que durante la década de los setenta y ochenta confeccionó los uniformes para la compañía aérea Iberia, fue uno de los creadores que junto a Ángel Schlesser, Antonio Pernas, Devota&Lomba, Roberto Venino o su "querido amigo" Jesús Pozo fundaron la Asociación de Creadores de Moda de España en 1998.

La alta costura ha sido la pasión de este diseñador que conoció a Balenciaga en Madrid durante una cena en casa de una amiga común y con gran sentido del humor, el maestro de Getaria se dirigió a él y le dijo: "jovencito véngase conmigo a París, que le sentaré en una silla y aprenderá a hacer ojales".

Elio Berhanyer, en su empeño de tener identidad, personalidad y sello propio, ni aceptó la proposición de Balenciaga ni la de Yves Saint Laurent. "No quería trabajar bajo ninguna influencia y a día de hoy no me arrepiento", cuenta el creador que a lo largo de su carrera ha confeccionado más de 600 trajes de novia.

Si para celebrar sus bodas de oro con la moda presentó en el Museo del Traje la exposición "Elio Berhanyer. 50 años de moda", una retrospectiva que exhibió n centenar de vestidos, para conmemorar su 80 cumpleaños, la pasarela Cibeles Madrid Fashion Week le rindió un sentido homenaje.

Entre los premios que posee este decano costurero figuran el Cadillac al mejor diseñador del año de Estados Unidos (1960), el premio Isabella d'Este, que concede el Gobierno italiano (1968), la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (2002), la Medalla de Andalucía (2009) y la Cruz de la Orden del Dos de Mayo, de la Comunidad de Madrid (2009).