­La Campaña Mundial por la Educación (CME) ha denunciado que, "a pesar de todas las buenas intenciones y declaraciones", más de 35 millones de niñas no están escolarizadas y que una de cada cuatro mujeres en el mundo no sabe leer ni escribir.

La CME, que se formó a raíz de la aprobación de los Objetivos del Milenio, ha analizado la situación de la educación de las niñas y mujeres en el mundo, y el nivel de cumplimiento de los países donantes y receptores de ayuda. El estudio pretende ser un "un llamamiento a los países del Sur para que inviertan en educación y a los del Norte para que cumplan con sus compromisos de cooperación", ha subrayado en nombre de la CME Leticia Silvela, miembro de la ONG Entreculturas.

"La crisis no puede ser utilizada como excusa para no invertir en educación, porque sí que hay dinero para otras cosas", ha señalado Silvela.

Así, ha señalado que para garantizar la escolarización de todas las niñas en el mundo se necesitarían unos "16.000 millones de dólares anuales, que es lo que consiguió reunir Estados Unidos en un sólo día para salvar sus bancos".

Silvela también ha subrayado que las cifras oficiales que reflejan un cierto equilibrio entre niños y niñas escolarizados son "engañosas" porque lo cierto es que en mucho países las niñas sólo acuden a la escuela poco más de un año, lo justo para figurar en las estadísticas.

En concreto, el estudio ´Hagámoslo bien´ analiza la labor de gobiernos africanos en favor de la educación de las niñas, y valora no sólo la disponibilidad de la educación infantil, primaria y secundaria, sino también la "aceptabilidad" de las maestras y alumnas en la sociedad y si la oferta educativa se adapta a las necesidades específicas de las niñas.

Así, advierte de que en 47 de los 54 países de África, las niñas tienen un 50% menos de oportunidades de asistir a la escuela secundaria.

En cuanto a los países donantes, el informe subraya la importancia de que adquieran "compromisos firmes" de financiación y de apoyo a las políticas de género que garanticen la permanencia de las niñas en la escuela. A los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial les pide que sus políticas "sean sensibles" a la perspectiva de género y conscientes de que las restricciones en gasto público que recomiendan perjudican principalmente a la educación y, en especial, de las niñas.