"Con todos ustedes: George Sand". El reclamo funcionó y el Club DIARIO de MALLORCA registró ayer una buena entrada para escuchar a la intelectual francesa, quien, metida en la piel de la actriz Laura Dalmau, recordó su invierno en Mallorca, su viaje porcino en el vapor El Mallorquín, la peligrosa amabilidad de los indígenas, los siempre sorprendentes y variables caminos de la isla y su relación con su amigo y delicado músico.

El monólogo de Dalmau, producción de Estudi Zero, fue el primero de una serie que continuará el 25 de noviembre con un episodio dedicado a Ulises. Tal y como explicó antes de la función el escritor Carlos Garrido, responsable de la adaptación del libro Un hivern a Mallorca y de la dirección escénica, la serie Monòlegs de la Història apuesta por un "formato experimental" basado en tres aspectos: por un lado, la sencillez, presupuesto reducido y polivalencia; por otro, la recuperación "del valor de la oralidad en unos tiempos en lo que todo parece sujeto a los efectos especiales"; y por último, la defensa de la cultura como militancia. "Si en algo se tiene que invertir en estos momentos es en educación", reivindicó Garrido ante un público en el que se encontraban profesores de distintos institutos, centros para los que está pensada esta serie.