­­Valérie Campbell, madre de Naomi Campbell, se convirtió en una celebridad cuando los medios anglosajones descubrieron que la famosa top tenía una progenitora que igualaba en belleza a la diosa de ébano. Misma piel, mismo color de ojos, rasgados, obra y gracia de una mezcla de razas y la altura suficiente para no pasar desapercibidas. El cuerpo y la belleza perfectos, sin maquillaje. Recibe a DIARIO de MALLORCA en el Puro Hotel, acompañada de Marcel Remus , el empresario inmobiliario que la ha traído a la isla para participar como jurado en el primer concurso Miss Real State que se celebró anoche en el Puro Beach.

—Bienvenida a Mallorca, ¿es la primera vez que nos visita?

—No, vine invitada por el programa de televisión alemán Wetten Das...?, hace un par de meses. Ahora lo hago invitada por Marcel Remus que es amigo mío. Nos conocimos en una fiesta muy importante en Colonia y estoy encantada con que me haya invitado a un evento tan bonito como jurado. Elegir a una buena modelo no es sencillo pero sí muy emocionante.

—Usted descubrió a una de las mejores, Naomi.

—No, yo solo soy la madre de Naomi. Pero es cierto que ella empezó con solo cuatro años y lleva toda su vida en el negocio. De alguna manera fomenté su carrera. La mandé a una escuela de teatro, muy especial, donde aprendió cómo presentarse, cómo actuar, cantar y cómo ser modelo. Pero fueron los americanos los que la hicieron triunfar, no solo yo. Yo era, soy, una bailarina.

—De pronto un día el mundo descubrió que la gran modelo tenía una madre bellísima. ¿Le cambió la vida?

—Muchas gracias. Si la madre es guapa es natural que la hija también lo sea. En todo caso yo me hice famosa por la popularidad de mi hija. Es un poco extraño, porque suele ser al revés. Naomi trabajó muy duro para llegar donde está. El mundo de la moda es muy duro. El concurso organizado por Marcel, además de una nueva forma de promocionar su inmobiliaria, es una oportunidad pero las chicas han de saber que lo que les espera no será nada fácil.

—Parece un mundo de sueño el de las modelos ¿No lo es?

—Nadie se da cuenta de lo duro que puede llegar a ser para una chica. Cambian de horarios todo el tiempo, de países y de climas. Un día están en verano y al siguiente día en invierno en otra parte del mundo. Hay mucha soledad y mucho trabajo. Cuando se ven las fotos en una revista nadie imagina la disciplina y el esfuerzo que hay detrás para crear ese mundo maravilloso de imágenes bonitas. No es un mundo de sueños, vende sueños, que es muy distinto. Estoy muy contenta con el éxito de mi hija, pero ha sido duro. Más hoy en día.

—¿Por qué cree que Naomi ha tenido una carrera tan larga?

—No solo ella, también otras de su generación como Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Linda Evangelista, Christy Turlington han tenido carreras fantásticas. Cambiaron el negocio. Son una especie de aristocracia dentro de las modelos, pero porque se tomaron sus carreras muy en serio. Se dedicaron de pleno, con mucho aguante. Hoy las chicas no quieren trabajar tanto, todas se parecen demasiado. Muchas chicas quieren pero no están preparadas para soportarlo y sus carreras se oscurecen demasiado pronto. Hay que tener estilo pero sobre todo cerebro.

—¿Ve a las modelos de hoy demasiado delgadas?

—Sí, algunas quizás demasiado. Las hay sanas y bellas, claro, muy delgadas pero otras son un horror. La moda a veces exige modelos muy duros. Las chicas nuevas deben ser especiales, representar a la casa con elegancia.

—¿Qué les diría a las chicas que quieren ser modelos?

—Yo no quiero dar consejos a nadie. Quiero ver a chicas que quieran trabajar duro. Cuando una chica va a un casting no se le pregunta qué quiere, le preguntan qué ofrece. Ellas son las que tienen que ofrecerse con inteligencia.

—¿Usted se siente modelo?

—No realmente. Me cuido mucho haciendo ejercicio para sentirme bien y basta. Me hubiera gustado ser modelo en otro tiempo pero me encantaba ser bailarina. Ojalá hubiera tenido el éxito que ha tenido mi hija en la moda a nivel mundial. Mejor mirar al futuro que al pasado. Estoy muy orgullosa de mis dos hijos, chico y chica. Los dos han sabido triunfar a su manera, los dos tienen una buena vida. Esto es lo único que me interesa.

—¿Ha sido una madre dura?

—Absolutamente no. En general no hizo falta aunque en algunos momentos quizás debería haber sido más dura. Me sentí muy orgullosa cuando vi a mi hija en la portada de Times Magazine porque era la primera vez que una chica de color lograba ocupar las portadas de las revistas más importantes del mundo. En ese momento la familia nos sentimos extremadamente orgullosos. Naomi ha logrado cosas increíbles, es un icono pero yo solo soy su madre. No la puedo ver de otra manera.

—¿Y en los momentos difíciles? ¿Cómo los ha vivido? La vida de su hija no ha estado exenta de escándalos.

—Siempre voy a apoyar a mi hija. Más en los momentos difíciles. Para eso servimos las madres, para apoyar a nuestros hijos en los momentos más complicados de la vida. Ayudarles a levantarse tras una caída es un trabajo muy hermoso. Siempre, pase lo que pase. Hoy mi hija es muy feliz y eso a mí me alegra más que nada en el mundo.