FASE DE ATAQUE
El Plan Protal, un menú elaborado únicamente con proteínas puras
La primera fase abarca entre un día (para la reducción leve peso) y 10 días (para una pérdida de hasta 20 kilos). En este periodo hay nueve categorías de alimentos autorizados: carne (ternera, buey, y pollo), embutidos (jamón york y pavo), todos los pescados, los huevos, el tofu y el seitán, los lácteos desnatados, mariscos y menudillos (hígado, lengua o riñón). Se debe tomar 1,5 cucharadas soperas de salvado de avena cada día y beber 1,5 libros de agua. Durante esta fase puede aparecer cansancio.
FASE DE CRUCERO
Incorporación de verduras hasta alcanzar el peso deseado
Llegados a este punto, y tras el periodo de "guerra contra los kilos" la dieta introduce algunas verduras en el menú (acelgas, alcachofas, calabazas, cebollas, lechugas, pimientos...), siempre acompañadas de las proteínas fijadas durante la primera etapa y dedicar dos días de la semana al Plan Protal. En esta fase el cuerpo debe digerir el peso perdido y la reducción de peso deja de ser fulgurante. Según Dukan, este periodo debe durar el tiempo necesario hasta alcanzar el peso ideal.
FASE DE CONSOLIDACIÓN
La dieta se enriquece con quesos, legumbres y frutas
Una vez obtenido el peso deseado es importante evitar el efecto rebote. Esta fase, según Dukan, es el "periodo más delicado" de la dieta. El paciente debe permanecer en esta etapa diez días por cada kilo que haya perdido. Además de los alimentos ya establecidos, Dukan incorpora algunos hidratos, como el pan integral, quesos, legumbres y frutas. El dietista deja en esta fase un día de libertad al paciente para que coma con normalidad lo que quiera y reduce en un día el Plan Protal.
FASE DE ESTABILIZACIÓN
Comidas con normalidad y ejercicio físico
Esta última etapa es "decisiva" para el éxito de la dieta. Dukan insiste en la necesidad de fijar medidas para el resto de la vida para evitar recuperar el peso perdido, entre las que sugiere la aplicación del ´método Protal´ –sólo proteínas– un día a la semana, preferiblemente el jueves y continuar con el salvado de avena. Esta obligación es, según él, la que previene la recuperación de peso junto con el ejercicio diario. En esta fase se pueden comer alimentos casi con total normalidad pero siempre con moderación.