"Siempre intento ser optimista, pero cada vez se lo ponen más difícil al pueblo saharaui. ¿Cuánto tienen que aguantar para que les escuchemos? Su lucha, pacifista, es ejemplificante a nivel mundial. ¿Deberían poner bombas en España o Marruecos? Es difícil soportar lo que ellos han soportado durante 35 años, un pueblo dividido por un muro, con familias divididas desde hace décadas. Yo entendería que el Frente Polisario declarase la guerra a Marruecos", afirma Pablo Vidal (Sada, A Coruña, 1979), cineasta que ayer presentó en Palma su multipremiado documental El problema: testimonio del pueblo saharaui.

La cinta, de la que es codirector junto a Jordi Ferrer, se exhibió en el Teatre Municipal Catalina Valls después de ser premiada en festivales de renombre como el de San Sebastián (premio Amnistía Internacional) o el de Amsterdam. El documental recoge testimonios recogidos a lo largo de los últimos cuatro años y medio en el Sáhara Occidental y muestra imágenes conseguidas de forma clandestina, ya que las autoridades marroquíes no permiten la grabación de lo que allí sucede.

"No pudimos grabar libremente en ningún momento. Fue un proceso casi de espionaje, siempre con mucho cuidado para que no nos quitaran las cintas", reconoce Vidal.

La película se detiene en los puntos cruciales de la historia del pueblo saharaui y aporta imágenes inéditas, algunas de gran dureza, con el gas mostaza, el napalm y la tortura como tristes protagonistas. "Y eso es solo la punta del iceberg", asegura el realizador, que ha puesto voz y rostro a hombres y mujeres represaliados, familiares de desaparecidos y personas encarceladas que cuentan su historia, sus esperanzas y sus miedos.

"Con Franco se vivía mejor"

En el documental también aparecen las incumplidas promesas de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero –"diciendo, antes de ser elegido presidente, que solucionaría el conflicto en seis meses"– y altos cargos del Partido Popular.

"El problema del pueblo saharaui es una vergüenza que arrastran los diferentes gobiernos que hemos tenido en España, que siempre lo han utilizado como herramienta electoralista. Ante todo, prima el mantener buenas relaciones con Marruecos. Es muy triste que un saharaui diga que vivían mejor con Franco", espeta el cineasta de Sada.

"El Sáhara Occidental –recuerda– fue provincia española, la última colonia en África. No se entiende que no se hable de ello en las escuelas, ni que muchos españoles sepan situarlo geográficamente en el mapa. Es un tema del que no interesa hablar".

El problema: testimonio del pueblo saharaui no ha sido aún tentado por ninguna televisión pública en España, "a pesar de los premios internacionales que ha recibido", recuerda su codirector.

No es el primer documental que dirige, aunque sí el primer largometraje. Antes ya filmó otras cintas, también en el Sáhara, sobre el único hospital para niños con discapacidades que existe en la zona. Entre sus proyectos figura una película sobre la Amazonía.