­­Han colado el cartel de completo. Ángel Martín hace gala de su ironía, la misma con la que se ganó a los televidentes. Esta noche actúa en el Teatro sa Societat de Calvià, el marco del festival de humor FesJajá, junto a Ricardo Castella. Estrenan Nunca es tarde, el último espectáculo en que se halla inmerso tras su periplo televisivo en Sé lo que hicisteis, un programa con el que alcanzó la popularidad.

–Anuncia en facebook que "algo va a pasar en Calvià". Llega a Mallorca junto a Ricardo Castella para presentar Nunca es tarde. ¿Puede avanzar algo?

–Sólo puedo decir una cosa: los que quieran ver un monólogo de Ricardo y otro mío el viernes o el sábado, van a tener que hacerlo en youtube antes de venir al teatro.

–Le habrán preguntado muchas veces, pero ¿qué pasó para que dejara Sé lo que hicisteis en pleno éxito?

–Me enteré que los guionistas tenían un sueño. Estaban deseando que alguien se fuera para hacerle una cosa y… me pudo la curiosidad.

–¿Y cuál era ese sueño? En su último día le decoraron el coche...

–Lo empapelaron con fotos de… rabos. Entre los guionistas había un "juego": Si te levantabas sin bloquear tu ordenador, alguien te colocaba una foto de un pene de fondo de pantalla. Cuando volvías, ponían a todo volumen We are the champions. Ahora cada vez que escucho esa canción, pienso: "Alguien está viendo un rabo".

–Después de su periplo televisivo, ¿en qué proyectos está sumergido?.

–Estamos de lleno con Nunca es tarde y yo tengo una tiendecita de reparación de electrodomésticos.

–¿Algún cómico fetiche o alguien que le haya influido en su carrera profesional?

–Soy un inculto del stand up. Cuando creo que he descubierto al mejor cómico del mundo descubro a otro que me parece aún mejor. Aunque tengo especial debilidad por Will Ferrell, Ben Stiller y Bill Murray. De hecho mientras digo esto me doy cuenta de que todos tienen en común una cosa: la doble ´l´ en algún lugar de su nombre. "Will", "Stiller", "Bill". ¡Un momento! ¡Yo estoy trabajando con "Castella" y vamos a "Mallorca"! Esto sólo puede significar una cosa. No sé cual pero significa algo, seguro.

–Últimamente han resurgido muchos programas de humor. ¿Hay más humor en tiempos de crisis, o es que los españoles somos unos cachondos y no podemos vivir sin humor?

–Creo que a los cómicos nos viene fenomenal. No sé si hay más humor en tiempos de crisis. Lo que hay es menos dinero y supongo que para las televisiones hacer un programa donde sólo hace falta un tío con un micro es más barato. Y supongo que a la gente le mola más reír que llorar. Es un poco más difícil. Si quieres llorar puedes cortar una cebolla, pero no hay nada que al cortarlo te haga reír.

–¿Qué opina de la ley Sinde y toda la polémica que se ha creado a su alrededor?

–No estoy nada puesto en el tema porque nunca me he descargado nada. No porque crea que es delito sino porque no sé hacerlo. La única vez que intente descargar algo fue hace años y después de casi dos días descargándose, vi algo que no era lo que yo esperaba. Digamos que me encontré con imágenes bastante parecidas a lo que me encontraba en la oficina cuando no bloqueaba el ordenador. Creo que el gran problema ha sido tratar a los internautas como delincuentes sin escuchar sus propuestas.

–Se ha planteado alguna vez dejar este mundo para... ¿irse por ejemplo a ver crecer las lechugas como dijo en su despedida? o ¿no se ve haciendo otra cosa?

–Me veo haciendo muchas cosas. Todas mal, pero hacer cosas mal delante de gente es algo que siempre me ha parecido divertido.