Cumple una década. Diez años entregados a la vanguardia y la experimentación artística. El Espai Quatre del Casal Solleric se ha convertido en el mejor escaparate de la postmodernidad, una puerta a la innovación, en un escenario "sugerente" y "anticonvencional" que ha marcado un sello de identidad propio dentro del Casal Solleric.

Neus Cortés, comisaria responsable, recuerda sus primeros pasos en 2001, de la mano de Lluís Socies. "Empezamos con artistas como Santiago Picatoste –en sus inicios–, Jesús Cánovas, Joan Font, Eugenio Cano, Ángel García, Chema Alvargonzález y Victoria Encinas". Y de ahí se han convertido en índice de tendencias artísticas contemporáneas, de las que en 2009 fueron reflejo Germán Gómez, José Maldonado, José Ramon Amondarain, Esther Ferrer y Fernando Sánchez Castillo.

Espai Quatre, debe su nombre a la lógica que marca la superficie del casal como cuarto espacio, emergido en las dos pequeñas naves abovedadas que antiguamente servían a la familia Morell de aljibe para el aceite.

Nació como revulsivo y "semillero artístico" en 2000; un pequeño reducto subterráneo que hoy se ha convertido en senda de la plástica actual. Apostaron, así, por este espacio como una prolongación del espacio expositivo para dar cabida a nuevos propuestas; "intervenciones e instalaciones que dialogan con un lenguaje conceptual". A lo largo de los años Espai Quatre ha dado cobijo a un elenco de artistas consolidados como Isidoro Vallcárcel, galardonado en 2007 con el Premio Nacional de Artes Plásticas, o la reputada creativa catalana Eulalia Valldosera. "Es un proyecto de calidad, futuro y compromiso", detalla Cortés que, a pesar de las diferente políticas que le han dado forma, ha mantenido siempre su "planteamiento riguroso" y una "línea coherente", que le ha permitido ganar en solidez, apostando por la creatividad más fresca y transgresora; una esitura que les ha proporcionado, asimismo, relevancia internacional como detector de nuevas tendencias artísticas que hallan en las videocreaciones, la fotografía, la escultura y las instalaciones el continente de su contenido artístico. Es el "ojo" que mira fuera, más allá de lo artísticamente convencional.

"Es un todo dentro del Casal Solleric", comenta Cortés, al tiempo que destaca la colaboración y el apoyo recibido a lo largo de estos años desde el ayuntamiento de Palma, y sobre todo de Joan Carles Gomis, director del centro cultural. Tampoco se olvida de la CAM, entidad que apuesta por esta línea cultural, de ni críticos como Fernando Castro o Carlos Jover, que lo ha hecho posible, añade.

Espai Quatre es un lugar expositivo "raro y a la vez especial", singular en su planteamiento como espacio sensible nuevas propuestas y que ha seducido a muchos artistas, prosigue. Para este 2011, y a punto de despedir la primera muestra del año a cargo de Diego Santomé, Espai Quatre recibe a Baltazar Torres, como exposición estrella para festejar su décimo aniversario, al que le seguirá el asturiano Avelino Sala, uno de los artistas más fecundos y de mayor proyección cuya obra se alimenta de una realidad cercana, casi autobiográfica; el escultor Fernando Sinaga, y la madrileña Alicia Martín cuya obra se caracteriza por el uso obsesivo del libro como materia prima.