Los jardines de la Fundació Pilar i Joan Miró han amanecido hoy más solitarios que ayer. Cuatro esculturas inquilinas en el museo han sido retiradas por su dueño, Joan Punyet, uno de los nietos del generoso artista catalán que donó a Palma los cuatro talleres en los que había trabajado intensamente desde 1956 hasta su muerte. El acto altruista permitió que la fundación que hoy ostenta el nombre de su mujer y el suyo se creara en beneficio de la ciudadanía. La misma que ahora sale perdiendo ante esta retirada de obras, que fue anticipada por este periódico el pasado 26 de noviembre. El traslado continúa hoy, con la marcha de seis telas hasta un reformadísimo Son Abrines, la antigua casa del genio donde actualmente reside Punyet.

La mudanza de las esculturas, que corre a cargo de las arcas de la Fundació pública, transcurrió ayer entre las ocho y las diez de la mañana con el fin de no causar molestias a los visitantes del museo. Se cargaron en un camión-grúa ante la supervisión del conservador Enric Juncosa. El nieto las aguardaba en su residencia, a pocos metros del centro artístico. Las piezas táctiles –Femme, Personnage, Oisseau solaire y Femme et oisseau–, todas ejecutadas en su etapa mallorquina, ocupaban distintos espacios de los jardines y del hall del edificio Moneo. Estos depósitos del nieto son "buenas obras" –como ya indicó el pasado noviembre la directora del centro, Magdalena Aguiló– que la presidenta de la comisión de gobierno, Nanda Ramon, intentó retener para la Fundació. Pero fracasó en su intento.

La mengua de fondos en la colección de ´la Miró´ se repite: en 2002 Punyet retiró piezas –entre ellas la nómada Maternité– porque sus relaciones con Cort alcanzaron un punto de máxima fricción. El nieto del artista criticó duramente la política cultural – "nefasta y partidista"– desarrollada en aquellos años por el Partido Popular. Asimismo, en octubre de 2007 este diario adelantó que los Miró decidían donar a la Fundació de Barcelona 1.783 volúmenes de la biblioteca literaria del abuelo establecida en Son Abrines. El museo de Palma salía perdiendo de nuevo.

En cuanto a las razones que motivan la retirada de las piezas, Ramon ya explicó a este rotativo "que no aparecían especificadas" en la carta que recibieron hace más de un mes anunciándoles que éstas debían estar depositadas en Son Abrines el día 20 de diciembre. Joan Punyet tampoco despejó dudas: declinó hacer declaraciones al respecto a este diario cuando saltó la noticia.

Entre las pinturas, ejecutadas en los sesenta y setenta, que emigran a Son Abrines se encuentran La Nuit, Per a David, Personnage au lever du soleil, Oisseau dans un paysage, Femme espagnole y Toile brûlée II, estas dos últimas muy significativas en la colección. La tela quemada viajará próximamente a Londres, donde la Tate le dedicará al pintor una retrospectiva de abril a septiembre.

A cambio de estas diez piezas, que dejarán un vacío en los fondos del museo, Punyet ha ofrecido la escultura Souvenir de la Tour Eiffel (1977), que será depositada en la Fundació el próximo día 23. Un trueque poco ventajoso para ´la Miró´.