Manu Chao realizó un ejercicio de clandestinidad la noche del miércoles en el Teatre de Lloseta. Ante más de 600 personas ofreció un concierto del que sólo los más fans se habían enterado. No hubo ningún tipo de publicidad al respecto, tan solo el boca a boca. Repasó todos sus éxitos y triunfó, acompañado por Philippe Teboul a la batería y Madjid Fahem a la guitarra. Antes, sobre las cinco de la tarde, cantó para 200 niños de escuelas de Lloseta, Inca y Mancor.