Los primeros testimonios de la fiesta de la Asunción en Mallorca (en el calendario, el 15 de agosto) datan del siglo XIV, aunque fue a partir del XV, explica la profesora Mercè Gambus, "que la celebración empezó a contar con imágenes y representaciones escenográficas", una tradición que aún hoy se mantiene viva en la isla de manera excepcional, como la Sibil·la. La evolución y consolidación de esta fiesta, y sobre todo la iconografía sobre las vírgenes yacentes en la isla, ha tomado forma en una exposición que anoche se inauguró en el Museu Diocesà.

Nueve tallas de vírgenes descontextualizadas, sin el llit ni los ángeles, se muestran en una línea de continuidad cronológica perfectamente documentadas y estudiadas a partir de su restauración. Un modo de proceder que ha aportado datos nuevos a lo hasta ahora conocido sobre las Mares de Déu. "Técnicas que nos eran extrañas o materiales que no sabíamos que se usaban para construir estas representaciones es lo que hemos descubierto", informó Gambús, responsable del Grup de Conservació de Patrimoni Artístic i Religiós.

Las piezas seleccionadas por ella misma y Antònia Reig, al frente del Taller de Restauració del Obispado que recuperó estas obras gracias a una subvención de CatalunyaCaixa, son las atribuidas al escultor Gabriel Mòger II, quien realizó las tallas de la Seu y Sant Domingo; las tres documentadas de Juan de Sales, que son las vírgenes de Santa Eulàlia, Valldemossa y Campos; otra atribuida a su taller, posiblemente de origen franciscano y que actualmente está en el Museu de Mallorca; y dos más barrocas, la de Sant Miquel y La Concepció.