La obra de Joan Miró y Miquel Barceló entra por primera vez en diálogo en la exposición Mirós Barcelós, que reúne desde ayer en la Galería Mayoral de Barcelona 34 pinturas y esculturas de ambos artistas.

En palabras del propio galerista, Manel Mayoral, se trata de "la exposición más relevante de la historia de la galería, por el nivel de las obras y por la calidad de los artistas".

En la exposición, que estará abierta hasta el próximo 7 de enero, destacan la escultura de Joan Miró Monument, del año 1956, y la tela Oiseau s´enfuyant, de 1959, y obras de Miquel Barceló como la enorme In Extremis III, de 1994, y el reciente 3 tomates coupé, de 2009.

La idea de la exposición, planteada como un diálogo entre los dos artistas, surgió a raíz de una conversación de Manel Mayoral con Miquel Barceló, y la elección de las 34 obras se fue realizando en los últimos seis años con el propio artista y el comisario de la muestra, el amigo de Barceló y escritor Biel Mesquida, colaborador de DIARIO de MALLORCA.

Mesquida explicó ayer en la presentación de la exposición que ha tratado de "crear una sintaxis entre ambos artistas, que además coinciden en que los dos pintan con tierra".

Parafraseando la cita de Pere Gimferrer en el catálogo, Mesquida apunta que "Miró y Barceló, maestro y discípulo, son también al mismo tiempo ambos maestros y discípulos de sí mismos, en el sentido de que, como se decía en la antigua Grecia, ambos son intérpretes de los dioses".

Aunque la mayor parte de las 34 son pinturas, la exposición incluye una selección de esculturas de Miró y Barceló para "subrayar la importancia de la escultura en sus respectivas trayectorias: la escultura fue en ambos un trampolín de la creación", señala Mesquida.