"Desde luego que es una responsabilidad enorme, que exige mucha templanza y mucho trabajo duro. Pero precisamente eso es lo que más nos ha motivado". Habla Marcos Salvatierra, el único mallorquín que trabaja en MercurySteam, desarrolladora de videojuegos madrileña que lleva dos semanas en boca de todo el ´mundillo´. Para no cesar de ser piropeada. El estudio español, antes responsable de Scrapland (2004) y Jerichó (2007), acaba de lanzar al mercado Castlevania: Lords of Shadow, o lo que es lo mismo, la ´resurrección´ y el salto a las 3D de nueva generación (PS3, Xbox 360) de una las sagas más legendarias, vampíricas y respetadas de la historia del ocio digital. Encargo directo de Konami, una trascendental firma japonesa que creó la franquicia hace 24 años, ha sido supervisado en primera persona por Hideo Kojima, "el Spielberg de los videojuegos", el padre de Metal Gear Solid. Un lujazo, vaya.

Tres años de curro, a destajo. Es el tiempo que ha tardado en cocerse el nuevo Castlevania, un videojuego que salió a la venta hace dos semanas en Estados Unidos y Europa. Y que no ha cesado de recibir elogios de la prensa especializada; con notas que rozan o alcanzan el sobresaliente. Marcos Salvatierra, miembro del departamento artístico de Mercury Steam, recuenta cerca de 70 personas implicadas en su desarrollo, "un equipo algo pequeño para un juego de esta envergadura". Pero suficiente. "Hemos trabajado con absoluta libertad, con fechas de entrega, pero con libertad", promete el mallorquín, ciega la confianza que Konami ha depositado en los españoles. Para Hideo Kojima, el genio nipón que les ha aconsejado –y que producirá el doblaje del juego al japonés– sólo hay buenas palabras: "Ha sido nuestro mentor, nuestro consejero; no ha cesado de velar por nosotros y por el proyecto. Todo lo que él propuso, como mínimo, se escuchó. Y se pensó dos veces. Si el juego ha quedado así, en buena parte, es gracias a él". Respecto a su talante, también halagos: "A pesar de su trascendencia es un tipo tremendamente humilde, cercano".

Agarrar a Marcos Salvatierra en un momento de tregua laboral es tarea arduo complicada. No descansan en Mercury Steam, confirma, "muy ocupados" ahora en crear nuevo contenido descargable (DLC´s) para su Lords of Shadow. Y en comenzar a dar forma a los nuevos proyectos que tienen encima de la mesa, "un secreto de estado" que al mallorquín no le dejan compartir. Todavía. Respecto a lo que supone Castlevania para España, un país más jugón que creador, él lo tiene claro: "Marca un antes y un después. Por la envergadura del proyecto, por su repercusión mundial y por la implicación japonesa".

"Terminar aquí me parecía algo imposible. No es fácil, y especialmente para alguien nacido en Mallorca. Pero la vocación no se puede parar". Marcos Salvatierra confiesa que de chavalín ya le daba con ganas a los ordenatas de cassette y a las máquinas recreativas. "Siempre me ha interesado el mundo audiovisual", generaliza, una predisposición que el mallorquín volcó primero en la ilustración y la animación preparándose en la UIB. Y que aplicó después a los videojuegos, estudiado en la Universidad Pompeu Fabra un pionero y especializado master. "Los videojuegos son un medio narrativo que te da la posibilidad de ir más allá que una película, por ejemplo. Te permiten interactuar", justifica su motivación.

Antes de recalar en MercurySteam, Marcos Salvatierra trabajó para Ubi Soft, firma francesa de videojuegos responsable de imprescindibles como Assassin´s Creed o Prince of Persia. Con el desarrollo del nuevo Castlevania ya anunciado oficialmente (y puesto en marcha), el mallorquín decidió probar suerte y mandar currículum a los madrileños, que lo llamaron a filas hace dos años para incorporarlo a su departamento artístico.

"La forma de jugar ha cambiado, los videojuegos ya no son sólo un pasatiempo, han aprendido a contar cosas, y a veces muy interesantes. Ahora todo el mundo puede encontrar su juego, todo el mundo se puede divertir; el abanico es similar al que ofrece el cine". Salvatierra confirma y reivindica que el ocio digital ya no es cosa de unos pocos. Que los videojuegos han dejado de ser un mercado reducido, también en España, el cuarto país que más lo consume en Europa. En este sentido, agradece la "confianza" y el "apoyo" que su familia le ha brindado siempre, incluso cuando intentar vivir de un trabajo así parecía una quimera.