San Lorenzo lloró poquito el jueves. La esperada lluvia de estrellas, difícilmente visible por culpa de las nubes, cayó sólo 50 por hora, la mitad de lo esperado: el flujo orbital con los restos del cometa Swift-Tuttle es menos denso este 2010, caprichos del espacio. Con todo, cerca de 700 personas se acercaron hasta el Observatori Astronòmic de Mallorca, en Costitx, que compensó la falta de meteoros ofreciendo 7 sesiones continuas de planetario para entender y revivir el fenómeno de modo virtual.

El centro aprovechó la cita para estrenar su réplica a escala real del módulo que llevó al hombre a Luna, única en Europa, mucho más que una maqueta. Inaugurada por el ingeniero Andreu Ripoll –quien colaboró con la NASA y el proyecto Apollo– cuelga a cinco metros de altura y permite que cuatro adultos compartan la cabina y simulen, literalmente, todas las misiones que realizó el original.