Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños podrían ser víctimas de abuso sexual antes de cumplir los dieciocho años.

Con estos datos en la mano, la asociación RANA (Red de Ayuda a Niños Abusados) trabaja desde el año 2006 para proteger a los menores que deben convivir con abusadores organizando actividades formativas y de sensibilización dirigidas a niños y adultos.

El abuso infantil es, aún hoy, un problema social que en la mayoría de ocasiones permanece oculto. Beatriz Benavente, psicóloga y coordinadora de RANA, explica que no existen estadísticas actualizadas de los casos de abuso sexual de menores, aunque se sabe que los Servicios Sociales del Consell atienden entre 90 y 100 casos al año "pero seguro que hay más que no han sido denunciados", afirma.

Se sabe que en el 95 por ciento de los casos el niño conoce y confía en la persona que cometió el abuso y en el 75 por ciento de ellos, el abusador es un familiar de la víctima.

Pero, ¿qué debemos entender por abuso sexual? Beatriz Benavente lo define como "cualquier conducta o contacto de tipo sexual que se realice con un menor". El "contacto" puede manifestarse de varias maneras. En algunos casos, el abusador también puede ser menor de edad, mientras que el abuso puede producirse de manera "directa", pero también de manera "indirecta" a través de fotos, chats, llamadas y mensajes de teléfono, entre otros métodos.

Para luchar contra este problema social, RANA ha iniciado un proyecto de formación y sensibilización del abuso sexual a menores y a discapacitados que cuenta con el apoyo de la Obra Social Sa Nostra.

Con el objetivo básico de prevenir y sensibilizar a la sociedad de este problema, la entidad ha puesto en marcha este año un taller de cuentacuentos para hacer llegar a los menores herramientas de prevención ante los abusadores. "Proteger a los niños es responsabilidad de los adultos pero también es importante que tengan herramientas para poder decir ´no´ ante un posible abuso", explica Benavente.

Un segundo aspecto del trabajo de RANA incide en la formación de los adultos. Para ello organiza talleres con profesionales que trabajan con niños y jóvenes discapacitados y charlas informativas para padres y madres.

Beatriz Benavente hace especial hincapié en el caso de los menores discapacitados porque "el riesgo se triplica ya que están acostumbrados a que cuiden de su cuerpo y a obedecer al cuidador, además de tener dificultades para expresarse".

Siete pasos para actuar

En el año 2008, RANA lanzó los Siete pasos para proteger a nuestros niños, una guía que también recibió el apoyo de Sa Nostra y que se completó con la campaña publicitaria Ante el abuso infantil, actúa.

Conocer los hechos y aceptar la realidad, reducir al mínimo los riesgos, hablar sobre el tema con los niños, mantenerse alerta, informarse y saber reaccionar, actuar cuando se tienen sospechas e involucrarse son las premisas básicas que propone la guía para hacer frente al abuso sexual de menores.

En los últimos años, RANA también ha impulsado la creación del primer protocolo de actuación del Govern ante el abuso y este año ha empezado a organizar sesiones de tratamiento con adultos.

Benavente hace un balance positivo del trabajo realizado: "Hemos experimentado un gran crecimiento y contamos con el apoyo de las instituciones. Además, hemos incidido en la importancia de la prevención y en hacer público los casos de abuso y denunciarlos".