Si busca pareja (masculina) de entre 20 y 40 años, debe saber que las probabilidades de encontrarse con un inmaduro indomable son altas, muy altas. Es, en palabras de Antoni Bolinches, como lanzar una moneda al aire y esperar a que salga cara... y lamentarse de que siempre salga cruz. "Pero hay esperanza. Todo el que quiere y pone los medios puede cambiar. Es una cuestión de esfuerzo". Ayer, el psicólogo catalán, autor del libro Peter Pan puede crecer, ofreció una charla en el Col·legi Oficial d´Advocats invitado por el Club de Opinión de DIARIO de MALLORCA, en la que analizó las causas de ese miedo que "todos" los hombres tienen al compromiso.

Introducido por Gemma Mejías, psicóloga clínica y psicoanalista, Bolinches basó su ponencia en el origen de este síndrome que afecta "al 50 por ciento de los hombres con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años". Desde una perspectiva sociológica, "el hombre se encuentra ahora más desorientado que nunca. Hasta hace seis décadas, su dominio estaba garantizado por el mero hecho de ser varón. Pero la mujer lleva tres generaciones luchando por sus derechos, por lograr el trato de tú a tú en sus relaciones personales y por eso madura antes. Ahora los jóvenes no saben cómo asumir su nuevo rol. Y eso los convierte en ´peter panes´", argumentó.

Pero no sólo la evolución femenina es una de las causas de la inmadurez masculina. El modelo capitalista que invita al consumismo para ser feliz y la cultura del mínimo esfuerzo son factores "que explican la aparición de este fenómeno que, aunque no lo crean, tiene solución". Una respuesta que se halla en la raíz del problema. "Todo hombre inmaduro, todo Peter Pan, lo es porque en su infancia tuvo falta de afecto y no se sintió suficientemente querido y, además, su educación no fue la correcta". Metáfora de tres cuentos para entender el mensaje: "O es un patito feo, o se ha sentido como el príncipe destronado o se ha convertido en un príncipe vagabundo".

Pero, ¿cómo detectar a un Peter Pan en potencia? "Hay cinco claves en el comportamiento de un hombre que desvelarían si padece, o no, este síndrome: mantiene un alto grado de necesidad afectiva; son narcisistas y egocéntricos; demuestran poca resistencia a la frustración; no desarrollan su capacidad de autocrítica y presentan dificultades para establecer una relación simétrica con el sexo contrario", enumeró el psicólogo catalán.

Las risas entre los asistentes, sobre todo entre las mujeres, llegaron cuando Antoni Bolinches, subrayó que "por cada hombre Peter Pan hay cincuenta mujeres decepcionadas". "El problema es que la mujer, a pesar de que ha crecido convencida de lograr un modelo de pareja más equitativo, lo cierto es que se enamora de alguien a quién pueda admirar. Y claro, cada vez hay menos hombres a los que admirar". Y ahí actúa el Peter Pan Intelectual, áquel que no se sabe guapo pero que utiliza su inteligencia para manipular. "Luego estaría el Peter Pan Seductor, el más peligroso de todos; el Peter Pan Narcisista, que es el que menos daño hace, y el Peter Pan Servicial, el mejor amante".

Aunque en su libro, Bolinches traza una hoja ruta para enseñar a los hombres Peter Pan a volar del País de Nunca Jamás al mundo real y actual, entiende que "tal y como está el mundo hoy en día, no me extraña que la gente prefiere vivir en su mundo de fantasía".