Ridley Scott y Russell Crowe no querían hacer una película más sobre Robin Hood. Junto al afamado guionista Brian Helgeland, han recurrido al truco de cambiar el escenario, narrando las circunstancias que llevaron al arquero a terminar convertido en justiciero proscrito en el bosque de Sherwood. Han retorcido la historia a su gusto, ayudados por que, al ser un personaje ficticio había barra libre creativa, con la única limitación de no reventar del todo la imagen prefijada del personaje. Han reconvertido al maleante que roba a los ricos y ayuda a los pobres en un valiente soldado que lucha en las Cruzadas junto a Ricardo Corazón de León y asciende a caballero para defender a su país de enemigos internos y externos y a sus ciudadanos del despótico nuevo rey. Y vuela tan alto que pierde el candor de versiones anteriores, aunque lo intente disimular ayudando a sembrar o enterneciendo a Cate Blanchett. Los papeles se reparten entre buenos buenísimos (Crowe, Blanchett, William Hurt) y malos malísimos (Mark Strong, Oscar Isaac). La ambientación histórica es ejemplar en los detalles, las armas y vestuario. La realización está al nivel de su director, con trabajadísima planificación de los combates y elaborados planos subjetivos o en cámara lenta de flechas volantes. Los actores responden a la exigencia del director y la solemnidad del proyecto.

Ridley Scott regresa a una de sus querencias, el cine histórico. Ha sido astuto al recrear una poco trillada fase vital de Robin Hood y al endurecer al personaje. Pero se ha quedado ahí, en otra película más de tiranos monarcas y nobles plebeyos. Entretenida.

Titulo: ROBIN HOOD

Nacionalidad: Estados Unidos,140 min.

Director: Ridley Scott

Actores: Russell Crowe, Cate Blanchett, Mark Strong, Max von Sydow

Cines: Ocimax, Metropolitan, Porto Pi Terrazas, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor