En ocasiones vemos objetos que nos impulsan a llorar, a reír, a enamorarnos, a aumentar el deseo o a veces la antipatía por algo. Hay cosas que nos impregnan la retina y nos conducen al placer estético, como en mi caso ha ocurrido con la obra que expone en la galería Ferran Cano el artista Samuel Salcedo (Barcelona, 1975).

El impacto visual de su obra está garantizado, su estética es impecable; directa, perturbadora, poética. Se trata de un conjunto de pinturas y escenificaciones hiperrealistas realizadas a través de esculturas de materiales derivados del plástico que dejan al espectador pensando entre qué es real y qué es artificio.

Entre el instante decisivo de Cartier-Bresson y las obras de Samuel Salcedo no hay probablemente tanta diferencia. Máscaras, cabezudos, personajes que se esconden detrás de una identidad de ficción y que se encuentran solos entre la multitud. Situaciones absurdas pero reales como la vida misma. Como la obra del artista norteamericano Bruce Nauman (Indiana, 1941), capaz de provocar con sus propuestas sentimientos de inquietud, rechazo y ternura a partes iguales. En sus montajes, incorpora esculturas de cabezas cortadas, muchas de ellas representaciones de él mismo. Gran triunfador de la Biennale di Venezia 2009, Nauman se ha convertido en casi un profeta. El material preferido de Samuel Salcedo sin duda es también la condición humana y el absurdo, donde, lejos de contexto, abstrae al sujeto de su hábitat cultural.

En su pintura predominan los colores rosados y los temas lúdicos, figuras humanas recortadas sobre la madera formando unos interesantes volúmenes con partes que no encajan en el plano pero que a la vez se integran en otro distinto.

Un título descriptivo: Wet paint, por el uso de resinas líquidas, congeladas, endurecidas, derretidas… y colaboran a esa sensación de movimiento.

La sensibilidad y la ciencia han incorporado el plástico a la vida humana en un intento de unir la vida natural y la vida artificial. ¿Seremos pronto capaces de distinguir un hombre real de su replicante? Quizá no, y me parece fantástico.

Samuel Salcedo. Wet paint

Galería Ferran Cano.

Carrer Forn de la Glòria, 12 (Palma).

Hasta el 14 de junio.