Cerca de 200 personas se manifestaron ayer en Palma contra las corridas de toros y la "tortura" que sufre la res durante la lidia.

La marcha, organizada por AnimaNaturalis, la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Mallorca, la Plataforma Balear para la Defensa de los Animales (BALDEA) y el partido antitaurino Pacma, partió de la plaza Juan Carlos I, siguió por Unión y las Ramblas para terminar en la Plaza de España.

Además de los lemas en las pancartas – "La tortura no es arte ni cultura"– y de las consignas antitaurinas coreadas, en esta última plaza 37 personas protagonizaron una performance para pedir la abolición de las corridas de toros. Tumbadas en el suelo y a pleno sol, sus cuerpos desnudos fueron rociados de pintura roja y se les pegaron con ventosas varias banderillas.

De parte del PSM-EN, que apoyó la protesta, estaba el coordinador de Juventud de Cort, Antoni Noguera. "No es de recibo que en el siglo XXI las matanzas animales se tengan como espectáculos públicos", expresó. En la misma línea se dirigió el manifiesto que se leyó al mediodía. "El toro es un animal, un ser sensible que sufre psicológicamente y físicamente, y las corridas han sido creadas para perpetuar la tauromaquia, que es un negocio que mueve millones de euros", rezaba el texto, que también rechazó la intención de varias comunidades autónomas de declarar la lidia Bien de Interés Cultural.