El papa Benedicto XVI dijo ayer que la misión de los "ángeles" como mensajeros de Cristo la reciben en modo especial los sacerdotes, que son "ministros de Cristo" a través del sacramento de la Ordenación. El Papa que se retiró a descansar tras la misa del Domingo Resurrección a la localidad de Castelgandolfo, situada a unos 30 kilómetros de Roma, pronunció a mediodía el Regina Caeli desde el Palacio Apostólico.

Benedicto XVI profundizó en la figura del "ángel" dado que el lunes después del domingo de resurrección es conocido tradicionalmente como "lunes del ángel". Como Jesús fue el anunciador del amor de Dios Padre, "también nosotros debemos serlo de la caridad de Cristo: somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y la muerte, portadores de su amor divino", aseguró. "Somos por naturaleza hombres y mujeres, pero recibimos la misión de ángeles, mensajeros de Cristo, que nos viene dado por el bautismo y la confirmación", añadió.

En modo especial -afirmó-, "a través del sacramento de la Ordenación la reciben los sacerdotes, ministros de Cristo, me complace subrayarlo en este año sacerdotal".

Benedicto XVI, que se enfrenta estos días a los numerosos casos de pederastia que sacuden a la Iglesia, saludó a los fieles tras el rezo en seis lenguas, entre ellas, el español. "No tengáis miedo. Cristo ha resucitado y vive entre nosotros. Su presencia amorosa acompaña el camino de la Iglesia y la sostiene en medio de las dificultades".