El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha expulsado al cura párroco de las localidades de Noez y Totanés, quien podría haberse gastado unos 17.000 euros en líneas eróticas, páginas de contenido sexual y prostíbulos.

El sacerdote, de 27 años, llevaba menos de un año en estos municipios y oficialmente ha sido destituido por el arzobispo Braulio Rodríguez ante las "irregularidades económicas detectadas".

El párroco expulsado confesó públicamente, ante los feligreses en la misa de doce del domingo 7 de febrero, que había "sacado dinero" de las hermandades y se comprometió a reunirse con los cofrades para tratar de arreglar la situación, según dijo la alcaldesa de Noez, Yolanda Sánchez.

Sobre si el cura pudo gastarse el dinero de los cofrades en actividades de índole sexual, la alcaldesa reconoció que entre los vecinos había "comentarios de este tipo".

La alcaldesa considera que el arzobispado "ha actuado como tenía que hacer", habida cuenta de las irregularidades económicas detectadas en las Hermandades y Cofradías.

"Éste es un pueblo muy pequeño y todo se habla y se cuenta", dijo la alcaldesa, recalcando que el párroco llegó en la primavera de 2009 al municipio.

Por su parte, el alcalde de Totanés, Gonzalo Rojas, admitió que tenía conocimiento "aunque no de forma oficial" de la destitución del párroco, y también se ha referido a los "comentarios y rumores" de los vecinos del pueblo, en particular en las últimas semanas, aunque no quiso ser más explícito respecto al cariz de estas habladurías.