Fabrizio Plessi llegó a Mallorca hace 15 años para arreglarse su atelier. Y fijó en Santanyí tanto su residencia vacacional como su centro de operaciones artísticas. "Le debo mucho a esta tierra, y ahora busco corresponderle", aseguró el italiano a este periódico. El artista agasaja a la isla en su próximo proyecto, La luz del llaüt, una exposición que se inaugurará en junio en el festival Carinthische Sommer, en la abadía austriaca de Stift Ossiach; y en septiembre, en la galería vienesa Mario Mauroner.

"He encontrado un barco especial de Mallorca, el llaüt, metáfora de las personas tranquilas y seguras que llegan siempre a la meta. Representan la memoria, el pasado de esta isla. Un pasado que no deberíamos perder y veo que está en peligro. En esta tierra la verdad es que he visto un gran cambio. Los marineros que usaban los llaüts eran personas muy atractivas y filosóficas, en contraposición a esas personas vulgares que van con barcos horteras que representan en parte a nuestro tiempo", argumenta Plessi.

El italiano, que colabora con Louis Vuitton en otro proyecto que itinerará por distintos museos del mundo, trabajará por primera vez sin pantallas de televisión. El artista recorrió el verano pasado distintas fincas mallorquinas, entre Felanitx y Portocolom, con el fin de comprar varios llaüts de madera, sobre los que interviene. "Colocaré las barcas al revés y dentro habrá sonido y luz", detalla.

Plessi atestigua que no tiene televisión en su casa de Santanyí, pese a custodiar más de 800 televisores en su taller. "La tele no tiene sentido para mí en la isla. No la necesito. Durante el resto del año estoy siempre con internet, trabajando con las nuevas tecnologías. El contacto con la naturaleza mallorquina me da una visión diferente, una tranquilidad moral. Precisamente por eso he querido evocar en mi instalación la luz preciosa de Mallorca, de un azul muy intenso, y buscar un fuerte sonido evocativo del mar. Las barcas del revés pretenden emular esas caracolas a las que les das la vuelta para colocártelas en la oreja con el fin de escuchar un sonido que te transporta a otro tiempo. Los llaüts son para mí como gigantescas caracolas que me recuerdan a Mallorca", explicó.

Para Plessi, este proyecto supone un "homenaje a la isla" y una recuperación de su memoria histórica. Por lo que el artista califica de "muy apropiado" que la muestra pudiera exhibirse en alguna sala expositiva de Mallorca. "Me encantaría que las barcas pudieran volver al lugar donde nacieron, donde se crearon", expresó.

El italiano, a quien el gobierno de su país le está construyendo un museo, ha concebido las características del espacio que albergará la instalación. "Será en una sala oscura, en la que destacará inmediatamente la luz azul que sale de debajo del barco. Luego al espectador le envolverá un sonido muy fuerte del mar de Mallorca, grabado en Santanyí", prosiguió.

Plessi cree que el proyecto supone una "promoción exterior importante" de la isla. "Todo el mundo me preguntará y yo les explicaré qué es un llaüt", especificó.

El trabajo con los barcos no es nuevo para el italiano, quien ya intervino sobre ellos hace dos años, pues proyectó una gran escultura de 44 metros de altura en la penúltima Bienal de Venecia. "Me interesan especialmente porque simbolizan la idea de viaje, de partida, de no estar nunca atado a un lugar físico, como yo. Es en parte el mito de Ulises", apuntó. La muestra que prepara junto a Louis Vuitton consiste en otra flota de 12 embarcaciones de hierro, colocadas en diagonal. En su interior, se simula en formato digital la imagen de las aguas de todos los mares.