El hijo del escritor y articulista de DIARIO de MALLORCA Camilo José Cela Conde formó parte directamente del reducido círculo de personas que rodearon a su padre durante su retiro mallorquín. Recuerda con especial intensidad a Américo Castro, "que venía todos los veranos a casa. Se pasaba casi un mes. Siempre me trató de manera muy cariñosa. Me costaba verlo como una persona grandiosa porque la nuestra era una relación mucho más doméstica", relata.

Otro de los escritores que aparece en esta Correspondencia con el exilio y que estuvo en Mallorca visitando al escritor gallego es Jorge Guillén, "con quien no coincidí. Creo que estuvo en la primera casa que tuvimos en la isla, en la del barrio de Son Armadans".

Cela Conde señala lo avezado que fue su padre al darse cuenta de que era necesario que se escucharan las voces del exilio, también españolas, en nuestro país. "Piensa que tal vez entonces no era tan evidente como ahora. Papeles permitió la posibilidad de que hubiera un presencia en España de todas estas personas. Papeles fue el primer lugar que abrió las puertas a toda esta gente después de la guerra".

Max Aub fue otra de las personas con las que la familia mantuvo una estrecha relación, así como con Manuel Altolaguirre. "Recuerdo que Emilio Prados escribía mucho a mi madre", a Rosario Conde.

Cela padre era un auténtico coleccionista, lo guardaba todo -no sólo las cartas- ,"hasta las cajas de puros vacías", dice su hijo.