Más de ciento cincuenta de estas imágenes han sido reunidas por la Fundación Mapfre en la primera exposición que se le dedica en España a este autor y la retrospectiva más amplia e importante a nivel internacional que se organiza sobre un trabajo que Fazal Sheikh (Nueva York, 1965) inició en 1989 en Kenia.

Fotógrafo documentalista, Sheikh busca reflejar la realidad en la que viven los habitantes de países asolados por las guerras y el hambre y sometidos a tradiciones injustas, y hacerlo de una manera muy distinta "rompiendo las ideas preconcebidas que se tienen a través de los medios de comunicación", comentó el fotógrafo durante la presentación de la muestra.

"Espero que la exposición sirva para que el espectador se distancie de esas ideas y así, cuando oigan noticias sobre esos países, lo visto aquí les haga reconsiderarlas", declaró Sheikh.

Algunas de sus series le llevan hasta ocho años, ya que realiza una importante labor de documentación y se traslada a vivir con la gente sobre la que quiere hacer el trabajo. Esta relación le permite hacer unos retratos sencillos y directos de sus protagonistas, a los que da voz a través de textos en los que cuentan en primera persona la realidad que viven.

Dotados de arte y belleza, sus retratos no excluyen el dramatismo de la situación y son el resultado "de una colaboración, una búsqueda, una apertura a la vida de sus protagonistas".

Esa colaboración que logra con los retratados es la que le interesa que establezca el espectador con su obra. "Quiero plantear preguntas y no postular respuestas", señaló el artista, a quien no le interesa tanto el acto de retratar como el estar inmerso en una comunidad.

"La foto en sí me lleva muy poco tiempo. El trabajo es el de establecer la relación y decidir con ellos qué es lo que quieren transmitir para que desaparezcan las ideas preconcebidas".

Su intención es plantear preguntas que van más allá de los aspectos políticos o financieros, "me interesan las personas, las situaciones y las diferentes formas en que se puede fotografiar una sociedad", y para que su trabajo llegue al mayor número de personas abre la posibilidad de acceder a sus libros en la web.

En opinión de Pablo Jiménez Burillo, director del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, Sheik es "uno de los grandes fotógrafos del mundo. Un autor realmente especial que plantea una visión de la realidad con una carga artística enorme. La exposición es muy densa de contenido y al mismo tiempo tremendamente bella".

El recorrido planteado por el comisario Carlos Gollonet muestra cómo Sheikh centró inicialmente su atención en refugiados de distintas partes del mundo y después se interesó, en los últimos años, en la discriminación que sufren las mujeres indias desposeídas de todo derecho.

Las dos primeras series, Kenia (1989-1991) y Sudáfrica (1989) muestran los trabajos iniciales, con algunas imágenes no expuestas hasta ahora.

"A Sense of Common Ground, África del Este (1992-1994)", es el resultado de tres años de viaje por campamentos de refugiados de Kenia, Malawi y Tanzania, mientras que en "The Victor Weeps",(1996-1998)" retrata refugiados afganos que llevaban viviendo en la frontera casi veinte años.

En 2000 Sheikh se trasladó al noreste de Kenia para visitar tres campamentos ubicados en los alrededores de Dabaab y retomar en "A Camel for the Sun, Somalia", el trabajo inconcluso que inició con "A Sense of Common Ground".

La serie Ramadan Moon-Holanda (2000) la realizó por encargo y narra la situación que vive una mujer somalí en Ámsterdam, mientras que los protagonistas de "Simpatia", Brasil (2001), son los inmigrantes del Gran Sertu00E3o brasileño.

El recorrido finaliza con dos series realizadas en la India.

"Moksha"(2003-2005), con imágenes de algunas de las miles de viudas que llegan a Vrindavan para esperar su muerte, y "Ladli" (2005-2008), continuación de Moksha que completa el retrato sobre la discriminación que sufren las mujeres en ese país.