Una maquina de feria con una tenaza mecánica para extraer muñecos de Fidel Castro de una urna de vidrio, juegos de palabras con títulos del diario oficial Granma, y pegatinas con logotipos de asociaciones oficiales cubanas (como el sindicato único) en forma de marcas comerciales, son parte de la muestra "Estado de Excepción".

Casi medio centenar de jóvenes se adentran con su particular visión en temas como la salud, la educación, la propaganda o el deporte, en todo tipo de formatos que van desde el audiovisual al collage.

Los artistas son en su mayoría estudiantes del Instituto Superior de Arte y todos forman parte de la Cátedra Arte de Conducta de la reconocida artista cubana Tania Bruguera, que puso a caminar en silencio este espacio académico en 2003, tras rechazar una oferta para llevarlo a Nueva York.

Durante estos años, Bruguera trató de mantener el proyecto aislado de la publicidad y ahora el fruto de ese trabajo se ve en la obra de jóvenes menores de 30 años - en su mayoría apenas superan los 20 -, que abordan políticamente temas que les preocupan o interesan de su país.

"No es arte que se hace con imágenes sobre la política, sino arte que pretende cambiar cosas, aunque sea a pequeña escala o momentáneo", indicó a Efe Bruguera, al destacar que los autores ven la realidad del país "como algo que les pertenece".

Levi Orta tiene 23 años y ha montado un vídeo con imágenes de los Juegos Olímpicos en el que Cuba logra todas las medallas de oro y récords olímpicos y, por supuesto, derrota a estadounidenses, rusos y todo el que se le ponga por delante.

"Los verdaderos deportistas son manipulados, forman parte de la construcción de un logro, en el que ellos son sólo marionetas", indicó a Efe Orta, quien se pregunta sobre el valor de la victoria y del atleta cuando forma parte de una meta superior que le trasciende.

Enfrente, Ernesto Gallardo, de 21, ha dispuesto en vitrinas objetos de su infancia y fotografías de diferentes etapas de su vida, para preguntarse "cómo se construye a un héroe".

Dayanira Alberdi ha hecho un montaje con fotografías de policlínicos que en algún momento fueron abiertos para acercar la salud a la población y hoy sólo muestran un esqueleto despojado de puertas, ventanas y cualquier tipo de accesorio que pueda hacer pensar que las imágenes pertenecen a centros sanitarios.

Según Alberdi, es "simplemente una metáfora de lo que está pasando" con la salud en Cuba.

"Nos preocupan mucho los problemas políticos y sociales y de eso hablamos", dijo Reynier Leyva, autor de una atrevida colección de páginas de Granma editadas en forma de collage con juegos de palabras.

Nancy Martínez, de 22 años, da su visión de un Fidel Castro humano mediante una maquina de feria de la que se pueden sacar muñecos del líder cubano en diferentes momentos de su vida: con el uniforme de comandante en jefe y botas militares, con traje de vestir, con zapatillas y hasta con la ropa deportiva que le acompaña desde que enfermó en 2006.

Bruguera señala que su objetivo con la cátedra era crear "un espacio de discusión sobre los temas de la realidad cubana, un espacio serio, formal e informado", y celebra que haya surgido una nueva generación de artistas en la isla.

Subraya que ella y los jóvenes usan "la formación que les dio la revolución" para establecer un "diálogo" sobre cosas del sistema "que quizá no tengan que ver con los presupuestos que, por lo menos a mi en la escuela -dijo-, tenía que tener la revolución".

"No hay ninguna obra diciendo abajo esto, lo que está diciendo es vamos a pensar si esto se sigue haciendo así o lo hacemos de otra manera", explicó.

"El país está cambiando y queremos ser parte de ese cambio", agregó.