Alphonse Mucha (Ivancice, 1860-Praga, 1939) fue un precursor del Modernismo que alcanzó eco internacional durante su vida pero que quedó en el olvido tras la indiferencia contemporánea hacia el estilo. Habría que esperar a la llegada del pop y el movimiento underground para revitalizar su aportación al mundo del diseño gráfico a través de sus carteles, joyas y otros objetos decorativos. Sólo que Mucha fue más. Así lo recordó Àlex Mitrani, comisario de la exposición Alphonse Mucha, seducció, modernitat i utopia, que desde ayer se puede ver en el CaixaFórum Palma tras el éxito alcanzado en Madrid y Barcelona.

La exposición de este artista "fin de siglo" está estructurada al margen de criterios cronológicos, ya que se ha preferido sustentarla en cuatro conceptos: teatro, belleza, misterio y modernidad. Con obras muy importantes como el cartel que le hizo a la actriz Sarah Bernhardt y que supuso su "golpe de suerte" que le permitió crear "una nueva tipología del cartelismo", subrayó Mitrani. Antes de triunfar en el París que eligió como cobijo, Mucha fue reverenciado en Nueva York. A su llegada a la metrópoli, The New York Maily News ya le dedicó todo su suplemento de cultura. Mucha sería hoy un creador de imagen, codiciado por los grandes empresas. En su época se creó un jabón con su nombre, algo que hoy es habitual con las estrellas. Pintura, carteles, fotografías -también cultivó esta técnica y en la exposición se ven sus instantáneas de sus modelos, de amigos como Paul Gauguin, de su familia, de la naturaleza-, joyas, cerámicas, libros muestran su versatilidad que, años después, inspiraría a otros cartelistas que seguían de cerca sus postulados estéticos, entre ellos algunos artistas españoles.

Con "piezas excepcionales", esta antológica no pasa de puntillas por su impronta y vinculación francmasona. Tampoco pasa por alto su nacionalismo. De hecho su viaje a Estados Unidos obedeció a su intención de recolectar dinero para su proyecto de la serie monumental La epopeya eslava, un conjunto de obras que recrean la historia de los pueblos eslavos, sometidos al yugo del imperio austriaco. Una vez liberada, cuando Checoslovaquia se estableció como república en 1918, él elaboró carteles, sellos y billetes de banco.