La exposición reúne más de doscientas obras en blanco y negro del fotógrafo, un habitual de revistas como "Vogue" y "Harper's Bazaar" que llegó a hacerse tan célebre como los famosos personajes que retrataba, pero que, simultáneamente, fue un ciudadano comprometido que se preocupó por los cambios de su tiempo y se fijó en las clases sociales más ignoradas de Estados Unidos.

Marilyn Monroe, Audrey Hepburn y Marlene Dietrich son algunas de las estrellas del firmamento "hollywoodiense" que pasaron por el estudio de Avedon, muchas de cuyas imágenes se convirtieron en iconos de su tiempo.

Su serie "Family" retrata a los máximos representantes de la "jet set" estadounidense, como los poderosos políticos de la talla de Nixon, George Bush, Gerald Ford y los Kennedy o intelectuales como Susan Sontag y Salman Rushdie.

Bob Dylan, Janis Joplin y los cuatro Beatles; el escritor Samuel Beckett, el poeta Ezra Pound, el director de cine Jean Renoir o el artista Francis Bacon son otros de los que posaron ante él.

Pero, el fotógrafo, comprometido en la lucha contra los derechos civiles, no hizo diferencias de clase y junto a estos grandes nombres de la sociedad norteamericana retrató a las caras anónimas y figuras trágicas de los núcleos más deprimidos del país.

A este último grupo pertenece su serie "In the American West", en la que presenta con crudeza a obreros, granjeros, camareras de bares de mala muerte que miran a la cámara sin tapujos y mineros que acaban de salir de la gruta embadurnados de hollín.

Hombres retratados -con independencia de su condición social- al natural y sobre un fondo blanco por Avedon que en su condición de antropocentrista -su interés por los paisajes es escaso- colocó al hombre en el centro de la creación.

La cámara del genio neoyorquino logró inmortalizar las intimidades del retratado o, según sus propias palabras, captar los "contenidos inexplorados del rostro humano".

El director del Martin-Gropius, Gereon Sievernich, subrayó en la rueda de prensa de presentación de la retrospectiva que la exposición -la "más bonita" realizada por el museo hasta la fecha- constituye una invitación "a mirar a la Historia de la Fotografía" de la mano de Avedon.

"Su obra es impactante, sus retratos conmueven. Un fotógrafo que logra eso, quizá no tiene la verdad, pero sí está cerca", señaló el responsable del museo tras advertir que, aunque normalmente se le conoce como un fotógrafo de la moda, "hay otro Avedon".

La directora de la fundación Richard Avedon, Norma Stevens, calificó al fotógrafo como "genio apasionado y entusiasta" y "amante de la perfección".

La exhibición, dividida en ocho salas, supone un recorrido cronológico a las obras más influyentes del estadounidense, entre las que destaca el retrato en grupo de "Andy Warhol and Members of the Factory", un "altar" de diez metros de largo por tres de ancho.

En esta imponente composición aparecen, de pie, vestidos o desnudos, algunos de los habituales del Factory, uno de los lugares donde empezó a fraguarse la revolución artística y sexual de los años sesenta.

Entre sus primeras obras destaca su majestuosa instantánea de la modelo Dovima entre unos enormes elefantes, una imagen que atraparía toda la atención de la habitación, si no fuera porque comparte espacio con otras grandes de la pasarela como Suzy Parker y Twiggy, que visten elegantes trajes de Dior, Cardin y Balenciaga.

Especialmente celebrado es su retrato a una frágil Monroe -cuya mirada parece anunciar su suicidio- o la fotografía a Charles Chaplin, quien despide la era McCarthy haciendo un gesto de demonio, como si quisiera mandarlo al mismísimo.

Sobresalen también sus fotos de la última noche de 1989, año de la caída del Muro, en la que retrata el contraste entre el júbilo de los berlineses y su angustia por un futuro incierto.

La exposición "Richard Avedon: fotografía 1946-2004", que se abrirá al público este domingo, es fruto de la colaboración de Louisiana y la fundación que lleva su nombre y está previsto que el año que viene visite Amsterdam y San Francisco.