Parker ha sido presentado en la vigésimo primera edición de la Semana negra de Gijón, como "un acto de justicia con los escritores de libros buenísimos" que por diversos motivos no llegan al gran público, según ha afirmado el director de este festival literario, Paco Ignacio Taibo II.

"Príncipe de la nada" es una obra en tres volúmenes cuya escritura le ha mantenido ocupado durante varios años dada la gran complejidad en el desarrollo de la trama y la enorme cantidad de personajes.

Parker ha dicho hoy en una rueda de prensa que cuando pensó en la obra dudaba si narrarla como una novela de amor o dentro de los cánones de la literatura fantástica por ser estos dos géneros los mas rechazados por los profesores de lengua.

Finalmente decidió hacerla como una novela fantástica pero utilizando algunos ingredientes extraños al género, que aportan riqueza y profundidad a los personajes y a una historia que se va transformando en una llamada de alerta a medida que el lector va avanzando páginas.

Parker ha dicho que su obra es una "trilogía del fin del mundo" y que el protagonista principal es "una especie de Frodo, el del Señor de los Anillos, pero al revés, un hábil manipulador y un asesino que no mata con sus manos sino con su inteligencia".

El escritor canadiense se ha definido como un "escéptico" que cree en la socialdemocracia, al ser ésta "la única posible" de provocar algún cambio en la sociedad y ha asegurado que cuando escribe intenta exponer "los puntos débiles de todas las ideologías".

La Semana Negra ha comenzado hoy a desarrollar el programa de actividades culturales a pie de playa en el mar Cantábrico, tras haber sido inaugurada anoche en un acto al que asistió el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces.

Esta mañana, la organización ha presentado el catálogo de la exposición: "Blacksad: Gato, detective y negro", de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, creadores de uno de los cómics más leídos en Europa en los últimos tiempos.

Esta tira, que asume los postulados de la novela negra tanto en su faceta literaria como plástica, ha provocado una verdadera revolución en el género con sus personajes con cuerpo de humanos y rostro de animales.

Los autores han confesado hoy a los periodistas estar sorprendidos por el éxito de sus trabajo ya que lo habían empezado como una aventura sin mucha convicción sobre las posibilidades de hallar un hueco en el mercado editorial.

Los personajes antropomórficos y la estética negra desarrollada desde un principio como característica esencial de la obra hallaron rápidamente eco en las revistas de Francia y desde allí se proyectaron hacia otros países.