Pero esta noche prevaleció el lado más rítmico y estimulante en un concierto que fue homenaje al desaparecido saxofonista tenor Michael Brecker, a quien junto a Oscar Peterson está dedicada la XI edición del Jazz San Javier.

"Metro se fundó hace quince años como un cuarteto clásico" dijo Loeb, "pero tenemos dos invitados especiales". Se refería al trompetista de Filadelfia Randy Brecker y al saxofonista Eric Marienthal.

La banda está reforzada por una poderosa sección rítmica: Dave Weckl, uno de los mejores baterías de fusión del momento - una maquina de precisión que podría tocar con una sola mano sin despeinarse-, y el bajista Gerald Veasley, en cuyas manos las cuerdas parecen hilillos que obedecen sin rechistar. Concentró en un solo al final su alto virtuosismo.

Aparte, esa joya de pianista, Forman, que sostiene diálogos continuados con los solistas, el saxo alto de Marienthal, y la trompeta de Randy Brecker, que protagonizaron muchos momentos estelares del show, con su enorme presencia escénica.

Arrancaron a todo trapo con "Metrocafe", y durante el concierto el ritmo fue imparable, empujado por la fuerza amable de la guitarra de Loeb. Esencialmente, post-bop y soul funk enérgico que llama a ponerse en pie.

El temario estaba sacado fundamentalmente del último disco de Metro, "Express". La banda se lanzó con dos originales de Forman y Loeb, que establecieron el tono de la velada.

Forman, siempre magnífico, se reveló tan adepto al piano eléctrico como al acústico, y Randy Brecker demostró una vez más ser uno de los trompetistas más fluidos y amenos, con solos de abrasador refinamiento.

La única balada del concierto fue "The Standard", una composición de Forman/Loeb que habían escrito para honrar a Michael Brecker, donde la trompeta de Randy, comedido y vital, sonó, tras una introducción de piano, evocadora y melancólica.

Una clase magistral de jazz contemporáneo, entusiasmo, técnica y conocimiento. Metro Special Edition impartió doctrina.

La primera parte del programa estuvo ocupada por los italianos de Alborán Trío: el pianista y compositor Paolo Paliaga (pianoforte), Dino Cntenti (contrabajo) y Gigi Biolcati (batería y percusión)

Grupos como E.S.T.. y The Bad Plus le han dado al viejo formato trío de piano la patada que necesitaba urgentemente,. Pero, aún siendo innovadores, algunas de sus premisas básicas corren el riesgo de la autolimitación.

Sin embargo, en ciertos aspectos, los tríos más fieles a sus raíces acústicas son los que proporcionan la evidencia definitiva de que el formato no es un anacronismo relegado eternamente a interpretar el Great American Songbook.

Los italianos interpretaron casi exclusivamente composiciones de su pianista, Paolo Paliaga, imbuidas de una estética mediterránea más cálida y despreocupada que las de E.S.T., pero la química del grupo no es menos evocativa. El bajista Dino Contenti es tan imaginativo como Dan Berglund, y tan capaz con el arco como demuestra en "Invariable Geometries". Pero es más sutil, más lírico.

Con ecos de Keith Jarreth y buen espacio para solos de cada uno sin que nadie domine, el trío forjó un set consistente destacando la delicada 'Cinque Lunghissimi Minuti', con un solo de bajo particularmente fluido del contrabajista, y la sobresaliente 'Duende', con una poderosa base de cajón y taconeo que proporcionaba una plataforma para las melodías misteriosas del bajo con arco.

La versión que hicieron en el bis de "Ponciana", que interpretara su maestro Ahmad Jamal, fue el broche perfecto. Alboran Trio, que también rindió tributo al recientemente desaparecido Esbjörn Svenson con una pieza, 'Pianissimo', quizás no llame tanto la atención como otras formaciones, pero se manifiesta como un magnífico trio acústico sin perder energía en experimentos intelectuales: mucho swing, invenciones divertidas, una dramaturgia bien calibrada ? En la tradición jazzística. A tener muy en cuenta.