El escritor peruano y la actriz Aitana Sánchez Gijón esparcieron por los jardines Sabatini de Madrid la magia de esa obra cumbre de la literatura oriental y recrearon varias de sus historias, en un espectáculo dirigido por Joan Ollé y con diseño escenográfico del pintor Eduardo Arroyo.

El estreno de esta adaptación de "Las mil noches y una noche" -Vargas Llosa ha respetado el título original de la obra- constituye el pistoletazo de salida del teatro de los Veranos de la Villa, y tras representarse mañana y pasado en Madrid, viajará a Sevilla el 17 y 18 de julio, y a Santa Cruz de Tenerife, el 26 y 27.

Era la tercera vez que Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón subían juntos a un escenario "para contar historias y para vivirlas" y al escritor se le notaba más seguro, con más tablas, aunque al principio del espectáculo, reconocía que "el pánico escénico" lo tenía "vivito y coleando".

El debut como actor del gran novelista fue en 2005 con "La verdad de las mentiras", y un año después representó en el Teatro Romano de Mérida "Odiseo y Penélope".

El estreno fue todo un éxito de público y entre los asistentes podía verse a la mujer del escritor, Patricia Llosa, y a Álvaro, el hijo de ambos; al filósofo Fernando Savater, a la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel; a la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral, a las actrices Marisa Paredes y Mercedes Sampietro, a los escritores Plinio Apuleyo Mendoza, Juancho Armas Marcelo y Juan Cruz, y al académico y periodista Luis María Anson, entre otros muchos.

Seducir al público con las historias de "Las mil noches y una noche" no es difícil porque, como dijo el escritor al presentar la obra, "no hay ninguna parábola en toda la literatura tan rica, tan iluminadora como la de Sherezada y el rey Sahrigar para explicar la función humanizadora y civilizadora que tiene la ficción".

"Algo tan sencillo como que una muchacha cuenta cuentos para mantener distraído y hechizado a su marido, y evitar con ello que, con las primeras luces del alba, le corte la cabeza. Con las historias que le va narrando durante mil noches y una noche, ese ser despótico que es el sultán se vuelve sensible, se arrepiente de sus crímenes y le perdona la vida a Sherezada", contaba el escritor.

"Es un teatro apoyado en la palabra, un teatro literario", le decía hoy a EFE Joan Ollé, quien se mostraba convencido de que este espectáculo "es el mejor que hay estos días en el mundo, porque tiene algo de inusual: que un gran señor de las letras como Vargas Llosa arriesgue todo su prestigio y se atreva a ponerse en peligro él mismo con una ilusión tremenda".

"Vargas Llosa se ha educado en la palabra, ya sea escribiendo o dando clases, impartiendo discursos o intentando ser presidente de Perú. Es un amo y señor de la palabra, y lo que ha hecho es incorporar una calidad más a su dominio de la palabra: el teatro, el texto recordado", añadía Ollé.

Con el Palacio Real colándose por las sugerentes aberturas de la escenografía de Arroyo, el escritor y la actriz, además de metamorfosearse en el Rey Sahrigar y en Sherezada, interpretaron también los múltiples personajes de las historias que ella le cuenta al rey para librarse del verdugo, en especial las del príncipe Camaralsaman y la princesa Budur.

Pero, de vez en cuando, la pareja de actores hacía también de ellos mismos, de Mario Vargas Llosa y de Aitana Sánchez Gijón, e interrumpían las hermosas historias que contaba Sherezada y ponían la nota de humor en medio de los relatos orientales, "menos árabes de lo que parecen; son una versión muy occidental del oriente", afirmaba el novelista.

"Fingir la vida, reinventarla, simularla, ¿no es eso el teatro?", le pregunta Vargas Llosa a la actriz en una de esas interrupciones.

Y ella le responde: "La vida es caos y el teatro es orden". Al final, Vargas Llosa se lamenta de que "el mundo de los sueños se acabe" y haya que volver a la realidad.

Joan Ollé afirmó que Aitana Sánchez Gijón estuvo "fantástica porque es una gran actriz, y por su manera de encajar en este puzzle. Lejos de ir a brillar ella, que no le hace falta, lo que hace es apoyar el espectáculo".