La muestra permanecerá en Palma hasta el 14 de diciembre y luego viajará al Instituto de México de Madrid, a la Casa de América de Barcelona, y a un espacio aún por determinar de Valencia.

Un total de 45 fotografías y 15 paneles conforman la exposición, que ha sido cedida a la Fundación por la NASA, la Universidad de California y el Instituto de Antropología e Historia de México y reeditada en España, con la finalidad de dar a conocer los misterios astronómicos de la civilización Maya.

Sus construcciones, su complejo sistema matemático, su calendario y su sistema de observación del firmamento ponen de relieve dicho desarrollo, unos avances que se admiran en color en la exposición de la Fundación.

Fotografías de varios momentos en los que la serpiente emplumada o Diós del Sol baja por las escalinatas de la pirámide de El Castillo, en Chichén Itzá, o de los rayos del sol colándose por la puerta del Templo del Sol, en Dzibilchaltún, reflejan en la exposición los momentos mágicos de un equinoccio congelado por las cámaras.

Uno de los promotores de esta iniciativa, el arqueo-astrónomo y director del sitio de Uxmal, Jose Huchim, ha explicado a la Fundación que "se necesita mucho conocimiento matemático y astronómico para hacer que este y otros fenómenos se conjuguen de esta manera".

La exposición fue ideada en un principio para acercar la astronomía a los centros educativos de Estados Unidos y entre las comunidades de descendencia Maya en México, pero ha traspasado fronteras y ahora viaja por España.

Enormes imágenes del sol captadas con telescopios de la NASA y vistas por satélite de la Península de Yucatán contrastan en esta muestra con las fotografías de las rudas construcciones de cuatro sitios arqueológicos de la civilización maya.

Una cultura que aún pervive, ya que, según recuerda Huchim, "actualmente hay más de seis millones de mayas viviendo en México, Guatemala, Honduras y El Salvador, así como en Estados Unidos y en otras naciones, que preservan aún sus tradiciones, entre ellas su lengua".

El secretario de Relaciones Exteriores de la Fundación Sophia, Sergio G. García, ha explicado a Efe que con esta muestra se pone de manifiesto que "la investigación científica siempre ha sido parte del hombre" y que la diferencia es que ahora hay "otros instrumentos para escrutar el espacio".

De hecho, en algunas de las fotografías se puede observar un verdadero observatorio astronómico, el de Chichén Itzá, del que muchos científicos dicen que sirvió para observar el sol, la luna y Venus.

La exposición -escrita en maya, español e inglés- se completa con una presentación interactiva en la que se pueden consultar imágenes por satélite de los yacimientos mayas y averiguar la equivalencia de una fecha en el calendario maya, una opción a la que también se puede acceder por la página web "www.tradicionesdelsol.com".

El secretario de la Fundación indica que la acogida en Mallorca ha sido buena y que sorprende la asistencia de gente joven, que se queda "alucinada", según García, al ver las imágenes y leer los textos.

Esto ocurre, a juicio de García, porque la cultura maya es aún desconocida en España, en comparación con otras más cercanas, como la egipcia.