En el año 2009, miles de trabajadores de 10 provincias de China tuvieron que dejar sus casas en zonas rurales para acudir a trabajar a las ciudades. Un momento crucial en la vida de sus familiares y, sobre todo, sus hijos menores, que desde la multinacional para la que trabajaban, con sede en Reino Unido, decidieron atajar con la creación de 'tarjetas del amor'. Con saldo para hacer llamadas, los empleados pudieron ponerse en contacto con sus hijos para mantener una comunicación fluida a través de estas tarjetas telefónicas.

A pesar de que en los últimos tiempos las empresas han incorporado acciones que buscan mejorar la infancia, lo cierto es que aún existen carencias en ciertos aspectos. A finales del pasado año, UNICEF Comité Español instaba a las empresas a incorporar a los niños a sus estrategias de RSC, y les pedía pensar en a la infancia como un grupo de interés más, al considerar que estas juegan un papel importante a la hora de garantizar que se cumplan los derechos de los niños.

Proteger los derechos de los niños

En el documento 'Derechos del Niño y Principios Empresariales', realizado conjuntamente por UNICEF, Save The Children y The Global Compact, se detallan los diez compromisos que toda empresa puede incorporar para proteger los derechos de los niños.

En este informe, se asegura que "la responsabilidad de las empresas hacia los niños se ha centrado en el trabajo infantil, pero son diversas las formas en las que las industrias pueden afectarles. Esto incluye el impacto de todas sus operaciones empresariales: sus productos, servicios, métodos de marketing y prácticas de distribución, así como sus relaciones con los gobiernos nacionales y locales, y su inversión en comunidades locales".

Los menores son parte interesada para las empresas en cuanto a que son usuarios futuros de sus productos, además de hijos de trabajadores o clientes actuales. "Apoyar a los empleados en su papel como padres y cuidadores, fomentar el empleo de los jóvenes y generar talento son algunos de los pasos que las empresas pueden dar. Considerar cómo los productos y servicios pueden ajustarse mejor a las necesidades infantiles también puede ser una fuente de innovación y creación de nuevos mercados", reza el informe.

Empresas comprometidas

Son muchas las corporaciones que se han lanzado al mundo de la responsabilidad social, tanto en España, como en el resto de Europa. Un ejemplo de ello es el grupo italiano Filo Diretto, compañía aseguradora especializada en la prestación de servicios médicos, que destina un 1% de sus beneficios cada año a organizaciones que se encargan de prestar asistencia a los niños más desfavorecidos en hospitales de Italia y Angola.

No es la única. La compañía austríaca Dorf-Installateur, especializada en la instalación de equipos sanitarios y sistemas de calefacción, es un ejemplo de responsabilidad social en su país en general, y también con actuaciones concretas en el ámbito infantil, ya que participa e impulsa proyectos de formación para niños y niñas con discapacidad, como el colegio Schulheim Mäder.

En España, por su parte, el director general de la marca Nestlé, Laurent Dereux, anunció el pasado año que apoyará la difusión de los proyectos para la infancia de Cruz Roja. Desde La Caixa también colaboran con los niños desde su conocida Obra Social, que tienen como objetivo romper el círculo de la pobreza que, en ocasiones, se transmite de padres a hijos a través de la integración social, la educación y la mejore de oportunidades.

Desde el impacto medioambiental de las industrias hasta la sexualización de los niños en campañas publicitarias, a través de las ONG integran las actividades de las multinacionales en la infancia. Garantizar la seguridad de los niños, promover y respetar sus derechos, contribuir a la erradicación del trabajo infantil, garantizar que los productos cumplan la seguridad, utilizar marketing y publicidad que les respete, ayudar a proteger a los afectados por situaciones de emergencia y trabajar de manera conjunta en comunidad y con el Gobierno, son los puntos fundamentales para conseguir una perfecta RSC con la infancia.