El Mallorca cumplió con los deberes derrotando al modestísimo Olot por 3-1. La primera plaza, a falta de la rúbrica definitiva, es suya, con tres jornadas por delante. El equipo de Moreno se proclamará campeón de su grupo y se habrá ganado el derecho a disputar la eliminatoria del ascenso de aquí a un mes.

En cualquier caso, todavía no hay nada que celebrar. El único objetivo de la temporada es el ascenso, y todo lo que no sea subir, además de una gran decepción, será un fracaso en forma de drama. En todos los sentidos. En el deportivo, en el social y, sobre todo, en el económico. El Mallorca no puede permitirse otra temporada en Segunda B, un ruina y un lastre para un club como el rojillo.

El Mallorca se impuso con comodidad al Olot, que lucha desesperadamente por la salvación. El partido acabó 3-1, pero bien podría haber finalizado con un par o tres de goles más de diferencia. Porque el equipo de Moreno hizo méritos más que sobrados, sobre todo en la primera parte. Antes del primer cuarto de hora Abdón puso por delante a su equipo. Salva Sevilla saca en corto un saque de esquina hacia Salva Ruiz, sustituto del sancionado Bonilla, que dispara a puerta. El balón, entre una nube de defensas, llega a los pies del delantero de Artà que, del mismo modo que Cristiano Ronaldo ante el Athletic el pasado miércoles, marca de tacón.

El Olot solo llegó a la portería de un inédito Reina en el primer periodo tres minutos después del gol de Abdón, cuando Iván Guzmán recorrió medio campo sin que nadie le saliera al paso para disparar muy cerca del palo izquierdo del guardameta mallorquinista.

El Mallorca pudo ampliar su ventaja en el tramo final del primer tiempo con sendos remates a la madera de Raíllo, al rematar de cabeza un saque de esquina que dio en el larguero y, en el 43, Lago, que disparó al poste en un buen pase de Bustos, discreto toda la mañana y que dio el susto mediado el primer tiempo al quedar tendido sobre el césped, inmóvil, en un salto con un rival. Afortunadamente, todo se quedó en un susto.

El partido se le puso definitivamente de cara al Mallorca en el inicio de la segunda parte. A los dos minutos Aridai, bastante espeso hasta aquel momento, marcó el segundo. Con algo de fortuna, eso sí, porque su disparo rebotó en un defensa del Olot. El balón le llegó de las botas de Salva Ruiz, sustituto ayer del sancionado Bonilla. El ex jugador del Valencia Mestalla, declarado mejor jugador español en su etapa de cadete, realizó un partido muy completo, participando en dos de los tres goles del equipo.

Con todo perdido, el conjunto catalán le perdió el respeto al Mallorca por momentos. En el minuto 61 pudo acortar distancias, pero Reina, en su primera intervención en todo el partido, respondió con una doble parada a disparos de Oriol Santos y Marc Mas.

Por si no estaba todo el pescado vendido, el tercer gol finiquitó la matinal. Fue el de Abdón una diana en toda regla, un remate de volea digno de ser pasado por esos programas de televisión que tanto se recrean con goles de menor enjundia. Su remate a centro de un recién incorporado James

Moreno quiso premiar a Abdón sustituyéndole dos minutos después. La afición le despidió puesta en pie, como a los toreros tras una buena faena. El artanenc ha alcanzado los once goles en una temporada que no está siendo fácil para él. Del delantero centro de un equipo líder indiscutible se espera una cifra mayor. El Olot marcó su gol a tres minutos del final. Una anécdota. La celebración del triunfo de los jugadores con la hinchada puso el colofón.